La viuda de Michele Scarponi, atropellado el 22 de abril mientras entrenaba, quiso publicar una carta en sus redes sociales para agradecer el apoyo que ha recibido ella y el resto de la familia del ciclista tras su pérdida. Anna reconoció en esas líneas que lo hizo después de mucho tiempo pensándolo, ya que se trataba de una acción difícil. "Puedo hacer lo que quería y debería haber hecho antes, pero fue difícil porque me obligó a pensar en el maldito día: la pérdida de Michele y la apertura de una herida que nunca se cerrará", comenzó.

Además, Anna quiso resaltar la importancia del apoyo recibido por el mundo del ciclismo desde el momento en que su marido falleció. "Gracias al afecto de todos, nunca nos hemos sentido solos o abandonados en este momento oscuro y difícil". Por último, la viuda del italiano quiso felicidta las fiestas a la comunicad ciclista, pese a que "esta será nuestra primera Navidad sin Michele".

Carta íntegra de la mujer de Scarponi

Por primera vez desde el trágico día del 22 de abril, puedo hacer lo que quería y debería haber hecho, pero fue difícil porque me obligó a pensar en ese maldito día: la pérdida de Michele y la apertura de un herida que nunca se cerrará.

Con esta breve carta me gustaría agradecerles a toda la familia del ciclismo su gran demostración de apoyo real, con una calidez y sensibilidad reales. Logré agradecer personalmente a algunos amigos y personas que conozco, pero también quiero agradecer sinceramente a todos los que mostraron su apoyo.

Gracias al afecto de todos, nunca nos hemos sentido solos o abandonados en este momento oscuro y difícil. Han encendido nuestros corazones de miles de maneras: desde simplemente estar allí para ayudar a otras maneras.

Obviamente estoy escribiendo esto en nombre de mis pequeños tesoros Giacomo y Tommaso. Gracias a su ayuda y apoyo podré lo amado que fue su padre.

Esta será nuestra primera Navidad sin Michele, pero aún quiero desearles felices fiestas. Feliz Navidad y feliz año nuevo para todos.

Gracias de nuevo desde el fondo de mi corazón.

Anna.