Luis Ángel Maté hace un balance "positivo" de la temporada 2017, pero analiza que no ha sido la mejor de su equipo, el Cofidis, que tras 13 victorias en este 2017 ha cambiado a su mánager, Yves Sanquer, por Cedric Vasseur, según se anunció recientemente. "Este año nos hemos basado mucho en los grandes objetivos con Nacer Bouhanni. Tuvo una durísima caída en Yorkshire de la que le costó recuperarse y no ha vuelto al nivel que tenía antes. Quizás por eso no se han dado los números de los años anteriores", analiza.

En cuanto a su rendimiento personal, asegura que ha tenido fases en las que ha logrado "rendir bien", a pesar de que una caída al arranque de la temporada en Mallorca le truncó la planificación: "Había preparado muy bien el principio de año y el parón me rompió los planes. Al final empecé la temporada tarde, a primeros de abril". Luego, en el Tour, tras trabajar en los sprints, un forúnculo le mermó en la tercera semana, cuando podía "haber tenido más protagonismo". En la Vuelta, tuvo su oportunidad en la escapada que llegó a Cuenca, donde fue octavo y ganó "el más fuerte", Mohoric. 

El año que viene promete

El marbellí, renovado por el equipo francés para las próximas dos temporadas, mira al futuro con optimismo: "Serán dos años importantes para mí en los que espero con la experiencia que tengo alcanzar una mayor madurez, espero seguir creciendo y dar una versión aún mejor". Y de cara al 2018, asegura que es un año que "promete" y alaba la llegada de dos españoles, los hermanos José y Jesús Herrada, procedente del Movistar: "Será una gran oportunidad, van a ser importantes. Son dos grandes corredores y aquí tendrán a gente trabajando para ellos".