En 2017, cada gran ronda tuvo un positivo previo
Antes del Giro, Ruffoni y Pirazzi, del Bardiani, fueron cazados con GHRP-2. Previo al Tour, Cardoso (Trek) dio por EPO.
El caso de Samuel Sánchez, justo antes de que arranque la Vuelta, ha obedecido a un factor común que se ha dado este 2017. En las horas anteriores al comienzo de cada gran ronda se han conocido suspensiones por dopaje. Ocurrió en el Giro 100, durante la presentación de equipos, cuando saltó la noticia de que la UCI había cazado a dos ciclistas del Bardiani, Nicola Ruffoni y Stefano Pirazzi. Fueron apartados y posteriormente despedidos, cuando el contraanálisis ofreció el mismo resultado adverso en la muestra B. No tuvieron reemplazo y la prueba arrancó con dos corredores menos.
Sucedió lo mismo en la previa del Tour, cuando el portugués André Cardoso, compañero de Alberto Contador en el Trek, dio positivo por EPO en otro control fuera de competición. La escuadra norteamericana le sustituyó por Haimar Zubeldia.
Quinto caso que registra la UCI con GHRPs
El positivo de Samuel Sánchez con GHRP-2 es el quinto que la Unión Ciclista Internacional (UCI) registra en su base de datos con esta sustancia. Stefano Pirazzi y Nicola Ruffoni (ambos del Bardiani) fueron cazados también en 2017, los días 26 y 25 de abril. Sus casos aún tienen la denominación de provisional, como el del asturiano.
Otro italiano cayó en agosto de 2016, Samuele Conti (Wilier), sancionado por tres años y siete meses. La rusa Tatiana Antoshina recibió cuatro años tras su resultado adverso de mayo de 2016, el máximo castigo estipulado para los GHRPs. A la colombiana María Luisa Calle, positivo en julio de 2015, se le suspendió con otros cuatro años. Con Patrick Sinkewitz, en febrero de 2011, se detectó por primera vez la hormona del crecimiento en un test antidopaje.