Valverde sigue imparable: gana en Arrate y es el nuevo líder

La etapa reina de la Vuelta al País Vasco no defraudó. Valverde jugó sus cartas como un maestro. El final en la mítica subida a Arrate es como el jardín de su casa y estuvo muy vivo en una fuga, cuando se cayó Samuel Sánchez (acabó sangrando): ahí tiró a muerte para entrar primero en la última curva. En 2012 en la Vuelta a España se puso líder en este punto, con foto finish con Purito. En esta ocasión se movió en cuatro ocasiones el murciano y fue el jefe de la etapa. Mañana saldrá último en la crono definitiva. Por el incidente del campeón olímpico, Contador se quedó cortado y perdió tres segundos.

El trabajo valiente del Orica fue provocando una selección natural, con los gallos por delante jugándose la etapa y algunas opciones de txapela. Las hostilidades se desataron a cinco kilómetros para acabar, con un ataque de Urán. Valverde se movió poco después, con Contador muy atento por delante. Aguantaba el líder De la Cruz y Ion Izagirre estaba al tando de los movimientos. Le recibía el grupo de los favoritos e inmediatamente tensaba otra vez Alejandro, que arrancó con fuerza, aunque se ancló a su rueda trasera Henao y no se despistaba. Luego arañó protagonismo el canadiense Woods, segundo en el GP  Indurain tras Simon Yates. La subida fue muy táctica y ahí se comporta como un cochino en un barrizal Valverde. A 4,4 para acabar volvió a atacar, en busca de la victoria 105 en profesionales, que al final cristalizó.

El grupo dejó una calzada firme y entró en el tramo final en una pista forestal, botona. A 3,4 sobrevino el tercer ataque de Valverde, con Henao pegado a su rueda y Contador grapado. Diez segundos pillaron Woods y el sudafricano Meintjes, que eran más constantes frente a los de atrás, a trompicones. Bardet no se despistaba ante el culebreo de los gallos, mientras Henao claudicaba. El cuarto ataque de Valverde era ya definitivo para algunos que andaban con dudas. En el último repecho todos los favoritos marchaban juntos, a 2,6 km. A medio kilómetro, al jefe de Movistar se le veía disfrutando, en su salsa. Contador entonces encendió la mecha, a dos mil metros de la línea final, con la idea de dar continuidad para que no pare la música. Pero Valverde no había dicho su última palabra y aplicó más potencia en el último kilómetro largo, bajando, al saber que el que primero pasara la última sería el curva ganador. Samu cogió la cabeza y en un tramo muy limpio cayó sin razón aparente (echó un vistazo atrás, se salió del firme y al reintegrarse tocó un zócalo y se precipitó), eso dejó cortado a Alberto y con un gran regate, encumbró al ganador de la Costa del Sol y Volta. El campeón olímpico en Pekín sangraba mucho y fue atendido por la DYA; acabó con el brazo en cabestrillo.