"Al fin tengo el amarillo"

Aunque los británicos desembarcaron en las playas Gold y Sword, a Mark Cavendish le hizo “muchísima ilusión” ganar en Utah Beach, “un lugar emblemático para la libertad”. Superó a dos alemanes: Marcel Kittel, el ciclista que en 2013 y 2014 cogió su relevo como el sprinter de referencia en el Tour, y André Greipel, su exlanzador. “Se trata de una coincidencia, porque los dos son ahora de los mejores velocistas que hay en el pelotón”, explicó con una sonrisa. “En un Tour sólo te enfrentas a los números uno. Por eso me encanta vencer aquí. Cuando alguien me pregunta dónde prefiero alzar los brazos, siempre contesto que en el Tour: lo significa todo, he construido mi trayectoria en torno al Tour”, sentenció.

A sus 31 años, su 27º triunfo en la ronda gala trajo otro premio: “Al fin consigo lucir el maillot amarillo. Lo busqué con insistencia en anteriores ocasiones, pero nunca lo alcancé. Me gusta la sensación de comandar la general de la carrera más importante del mundo”. El británico ya se había vestido de rojo en la Vuelta y rosa en el Giro. Por extensión, el Dimension Data logró su primer amarillo en la Grande Boucle. Cavendish firmó tres campañas con el equipo sudafricano, y de momento ha correspondido con cinco victorias en 2016. Eso sí, Steve Cummings inauguró el palmarés de la escuadra en la edición de 2015.

Cavendish figura en el podio histórico de triunfos del Tour, a uno de Bernard Hinault (28) y a siete de Eddy Merckx (34). Palabras mayores: “No me obsesionan los récords. Pediré disculpas a Hinault si le empato, aunque Merckx parece muy alejado por el momento. No obstante, intentaré cazar cualquier oportunidad”.