Greipel arrasa al sprint en la víspera del primer final en alto
El ausencia del alemán Kittel, descolgado, su compatriota Greipel logró su cuarta victoria en un Giro. Tom Dumoulin sigue líder. Este jueves, llegada a Roccaraso.
Giro de Italia, etapa 9 en directo
En vísperas de la primera meta en alto del Giro de 2016, André Greipel se impuso en la Piazza Castello de Benevento. Un final con trampa, que picaba para arriba, al 3,4%, y con adoquines. Alejandro Valverde e Ilnur Zakarin sacaron cuatro segundos al resto de los favoritos al entrar en el mismo tiempo que el vencedor. El grupo se cortó por una caída de Rein Taaramae y las diferencias que marcó la pendiente. “Todo lo que suponga conseguir alguna ventaja, pese a que parezca pequeña, bienvenido sea”, se felicitó el murciano. De momento ha completado cinco jornadas impecables, atento en cabeza y concentrado.
Greipel, poderoso sprinter de 33 años, ha logrado 18 triunfos de manera ininterrumpida desde 2008 en las tres grandes vueltas, al menos siempre uno en la que se inscribió. En la Corsa Rosa suma las mismas participaciones que victorias, cuatro: una en 2008, una en 2010, una en 2015 y una en 2016. “Llevo una excelente racha. Y hoy no podía fallar, celebramos el cumpleaños de Adam Hansen (35). Se la dedico a él, que tanto me apoya”. Alemán y australiano se fundieron en un emotivo abrazo al cruzar la meta.
Mientras el vizcaíno Amets Txurruka protagonizó la fuga del día junto a Brutt, Foliforov y Oss, su paisano Omar Fraile se convirtió en el primer abandono español del Giro. Así, se reduce la presencia en carrera de 16 a 15 corredores. Fraile, maglia de la Montaña tras escaparse en la segunda etapa, pasó “muy mala noche” al sufrir una caída camino de Praia a Mare. “Padeció fiebre y, pese a tomar la salida, no pudo continuar”, explicó su equipo, el Dimension Data. El vasco le había restado importancia a su percance en las redes sociales: “Chapa y pintura”. La infección de las heridas le dejó KO: “Ha salido una temporada cruzada. Aunque inicié bien el Giro, no merecía la pena seguir mal”.
Este jueves tocará Roccaraso, una cima de segunda de 16,8 km al 4,8%, con porcentajes que alcanzan el 12%. Se trata de una subida larga y tendida, una prueba decisiva para Mikel Landa, que flaqueó en el Fortino. Vincenzo Nibali ya ha avisado de que le apretará: “Si llego a ver que se quedaba atrás, habría tirado mucho más fuerte”. El alavés le quita hierro: “Me faltó algo de ritmo, en esta ascensión espero pelear con los candidatos al título sin problemas”. Valverde conserva su discurso optimista: “Si se presenta la ocasión, intentaré aprovecharla”.