La Federación Española de Ciclismo cumple... ¡120 años!
Cinco periodistas se reunieron el 15 de noviembre de 1895 en la redacción de ‘El Veloz Sport’ para firmar los estatutos de la Unión Velocipédica Española.
Con el nombre de Unión Velocipédica Española se constituye una federación que tendrá su domicilio en Madrid”. Así reza el primero de los 82 artículos que conforman los estatutos fundacionales de la actual Real Federación Española de Ciclismo. En la tarde del viernes 15 de noviembre de 1895, cinco periodistas, tocados con sombreros de época y enfundados en capas, se reunieron en la calle Costanilla de los Desamparados número 2, esquina a la de Huertas, en pleno Barrio de Las Letras de Madrid. Allí estaba la redacción de El Veloz Sport, la principal publicación ciclista del momento, y hoy está ubicado el Bar Elhecho, especialista en mojitos y daiquiris. El motivo era rubricar un documento que este domingo cumplirá 120 años. Manuel del Campo, Adolfo González, Julio Amodio, Antonio Sendrás y Antonio Viada habían creado la actual RFEC.
La bicicleta fue un invento con gran influjo social a finales del Siglo XIX. “El hombre ya no es bípedo, es un ciclista”, dijo en esos días José Echegaray, premio Nobel de Literatura y velocipedista tardío. Las publicaciones de ciclismo surgían como hongos. La pionera en España fue El Velocípedo, nacida en 1885 como altavoz de la Sociedad de Velocipedistas de Madrid. Este órgano fue el primero que hizo cierta regulación de los clubes y de las carreras que ya proliferaban por el país, más como desafío y aventura que con el concepto deportivo actual.
Tras un amago que no fructificó, la UVE se constituyó aquel 15 de noviembre. Los estatutos inaugurales se elevaron al Ministerio de la Gobernación el 24 de enero de 1896 y el 13 de febrero se creó el Comité Central Provisional. El 30 de mayo, por fin, se clausuró el I Congreso de la UVE, que duró tres días. Los cinco fundadores se habían echado a un lado. Pedro Sánchez de Neyra y Castro, Marqués de Casa Alta, se convirtió en el primero de los 26 presidentes del ciclismo español. La sede se instaló en la calle Libertad 6, en el actual Barrio de Chueca.
Aquella UVE nació como un club selecto: el carnet costaba 5 pesetas de plata al año. Si se tiene en cuenta que el presupuesto era de 10.000 pesetas y se extrapola al actual (2 millones de euros), equivaldría a unos 10.000 euros. El ciclismo no estaba al alcance de cualquiera. Los socios pioneros ascendieron a 4.474. La cuota daba derecho al carnet, a una insignia, a una cartera de Loewe (el primer patrocinador del ciclismo español) y a descuentos en establecimientos.
La UVE pasó una crisis en 1898, en coincidencia con la depresión generalizada en España por la pérdida de las últimas colonias de ultramar, y trasladó su sede a Barcelona. La federación, que también acogió al motociclismo en sus inicios, no volvió a la capital hasta después de la Guerra Civil, cuando el dictador Franco dio las riendas a Narciso Masferrer, presidente de la UVE en tres fases diferentes. Hoy está ubicada en la calle Ferraz 16, en el Barrio de Argüelles. Han pasado 120 años.