Sbaragli vence a Degenkolb y Rojas en el sprint de Castellón
El italiano da al MTN Qhubeka sudafricano otro triunfo en una grande. El trabajo del Movistar y del líder Dumoulin en el Giant no pudo ser rematado.
Kristian Sbaragli, italiano de 25 años del equipo sudafricano MTN-Qhubeka, logró la victoria de su vida en la Vuelta 2015. Igual que hicieron Caleb Ewan o Jasper Stuyven en días precedentes. La ronda española está sirviendo de bautismo para corredores de futuro. Sbaragli batió en el sprint de una cincuentena de corredores a John Degenkolb, que perdió una gran oportunidad para estrenarse en esta edición, y a José Joaquín Rojas, que se instaló en sus puestos secundarios habituales. Tom Dumoulin, que se puso el traje de faena en labores de equipo, volvió a vestir el maillot rojo.
El Desierto de las Palmas, que se coronaba a 17 kilómetros, era el punto caliente de la etapa. El Movistar trabajaba para Rojas, que se proclamó aquí campeón de España en 2011 por delante de Alberto Contador. Y el Giant lo hacía para Degenkolb. Elissonde coronó en solitario, con un puñado de segundos sobre De Marchi y Sicard. Bambrilla arrancó detrás con la intención de enlazar. Pero el Giant no quería alegrías. Dumoulin, en primera persona, trabajó en el descenso y posteriormente en el llano, donde controló las alegrías de Adam Hansen, Luis León e incluso de una moto, a la que instó con aspavientos a desaparecer de la punta del pelotón. Sin embargo, ni Degenkolb ni Rojas supieron rematar los esfuerzos de sus compañeros. Se les coló Sbaragli, que subió al podio inundado de lágrimas.
La carrera había partido de Valencia. Cortó la cinta su alcalde, Joan Ribó, de Compromís. Según confirman las imágenes, no se puede decir que no esté sudando el cargo. En su primer día de mandato, Ribó apareció en el Ayuntamiento sobre una bicicleta. Le va el ciclismo. Con el sudor asegurado, la etapa arrancó con varios intentos de fuga, que no se consolidaron hasta que en el puerto del Oronet (km 30) se formó un grueso grupo de 40 corredores. Demasiados. Ni hubo demasiado entendimiento, ni hubo interés por detrás de que abrieran hueco.
A 50 kilómetros de la meta ya no quedaba ningún superviviente. La fusión coincidió, más o menos, con una rotonda en la que Nicolas Roche, el tercero de la general, se fue al suelo. Su compañero Sergio Henao (14º) le emuló en el descenso del Desierto de Las Palmas. Las caídas no fallan en este primer tercio de la Vuelta. Ángel Vicioso, que se accidentó en los primeros lances de la etapa, también puede confirmarlo. Igual que Amets Txurruka, que padeció mucho durante la jornada a consecuencia de los golpes que sufrió el día anterior.
Durante esta décima etapa también se retiró Caleb Ewan, el velocista de 21 años que ganó en Alcalá de Guadaíra. Sin Ewan, sin Bouhanni, sin Sagan e incluso sin Stuyven, la carrera se queda con Degenkolb como único velocista de prestigio. La oportunidad de Castellón era de oro para el alemán. No la aprovechó. La Vuelta 2015 es amiga de bautismos.
Después de la disputa de diez etapas, la ronda española descansa este martes y se traslada a Andorra, el país de los Pirineos, donde el miércoles se celebra la jornada más dura de la actual edición y, posiblemente, de los 80 años de historia de la carrera. Un total de seis puertos en un recorrido de 138 kilómetros íntegramente por el Principado, con final en alto en el Cortals d’Encamp. Ahí se va a saber de verdad quién puede ganar la Vuelta y quién no.