Peter Sagan rompe el gafe de segundón y gana en Málaga
El eslovaco remató el trabajo del Tinkoff-Saxo con una victoria al sprint sobre Nacer Bouhanni, que se rehízo de una caída. Esteban Chaves sigue líder.
Peter Sagan hizo bueno el trabajo del Tinkoff-Saxo y se impuso al sprint en la tercera etapa de la Vuelta a España, entre Mijas y Málaga (158 km), en la que el pelotón se tomó cierto respiro y llegó con el horario más lento previsto. El eslovaco rompió así el gafe que le perseguía esta temporada y que le abonaba a la segunda plaza. Para ello tuvo que batir en la volata a Nacer Bouhanni, que continúa con su propia maldición. El francés del Cofidis había sufrido una caída a 43 km de la meta, pero fue capaz de enlazar con el gran grupo y pujar por la victoria. En tercera posición se clasificó John Degenkolb. El colombiano Esteban Chaves mantuvo el maillot rojo.
Sagan persiguió con ahínco la victoria en el último Tour de Francia, donde sumó cinco segundos puestos. En esta Vuelta a España comenzó igual, con el Tinkoff-Saxo en la segunda plaza de la contrarreloj por equipos de Marbella. El eslovaco se lo tomó con humor: "Por mi nombre hemos vuelto a ser segundos”. Al día siguiente, en la etapa del Caminito del Rey, también se vio implicado en la caída masiva. Ni Sagan ni el Tinkoff se han rendido. Este lunes, todo el trabajo iba enfocado a allanarle el sprint. Y esta vez, sí: Peter Sagan alzó el puño en alto con rabia.
Durante toda la jornada, aún sonaban los ecos de la expulsión de Vincenzo Nibali por remolcarse en el coche de su director. El equipo Astana, con un vehículo menos en carrera durante dos días como castigo, y el propio ciclista pidieron disculpas y mostraron su arrepentimiento por la maniobra irregular del domingo, pero aun así mantienen su postura de que la sanción fue “excesiva”. Es su forma de verlo. La mayoría de la comunidad ciclista apoya la decisión: el reglamento no da otra alternativa.
El Astana, eso sí, asegura que no renuncia a ganar la Vuelta a pesar de la ausencia de su gran líder. Fabio Aru y Mikel Landa asumirán los galones del ‘Tiburón del Estrecho’. Y a pesar también de que ya corre con sólo siete corredores, después del abandono de Paolo Tiralongo, por las secuelas de la caída masiva del día anterior. El italiano de 38 años protagonizó otra de las historias de la jornada. Se presentó en la salida con 40 puntos de sutura en el rostro, aunque los médicos le habían aconsejado que se retirara. “Voy a tener que ser más fuerte que el dolor”, escribió. Pero el dolor fue más fuerte y se bajó en el km 42.
Las caídas se continuaron sucediendo durante esta tercera etapa. Bouhanni, uno de los favoritos para el sprint, que ya tuvo que retirarse del Tour por un accidente, volvió a rodar por los suelos. El fichaje estelar del Cofidis en la temporada 2015 sigue gafado. A pesar del golpetazo, el francés logró remontar hasta el pelotón, donde ya rodaba en cabeza el Tinkoff-Saxo, que se esmeraba en preparar la llegada a Sagan. Su otro hombre rápido, Daniele Benatti, también se había caído. Para completar el parte de incidentes, Fabian Cancellara abandonó con problemas estomacales.
La formación danesa intentaba neutralizar la escapada del día, en la que todavía sobrevivían Alexis Gougeard (Ag2r) y Maarten Tjallingii (LottoNL-Jumbo). Antes habían rodado con ellos Omar Fraile (Caja Rural), Natnael Berhane (MTN-Qhubeka), Walter Pedraza (Colombia) y Sylvain Chavanel (IAM)… Otra vez el Caja Rural y otra vez Pedraza. Reincidentes por segundo día consecutivo en estas lides aventureras.