Cancellara: “Las clásicas me motivan, el récord de la hora no”

—Esta temporada decidió comenzar su calendario en España, en la Challenge de Mallorca. ¿Qué tal la experiencia?

—Muy buena. Había venido muchas veces a entrenar pero nunca había corrido la Challenge. Es un sitio donde he encontrado tranquilidad para comenzar la preparación.

—¿Cuándo se puede esperar verle al cien por cien?

—He trabajado para poder llegar bien a las carreras italianas. La Strade Bianche (7 de marzo) y la Tirreno Adriático (11-17 marzo) deben ser buenos test para mi gran objetivo: los Monumentos.

—¿Las clásicas son el principal reto de la temporada?

—En esta primera parte de la temporada, desde luego. Y tampoco quiero mirar más allá. Estoy tranquilo porque estoy trabajando bien.

—En este arranque de temporada se está hablando mucho y se van sucediendo los intentos del récord de la hora. ¿Le veremos a usted?

—(Sonríe) Uf, mejor cambiamos a otra cuestión.

—Se lo pregunto porque a mucha gente le gustaría verle en el velódromo.

—He hablado mucho sobre este tema... Las cosas no han salido como estaban planeadas y eso no me ha gustado.

—¿Se refiere al cambio de reglamento? (En el 2000 la UCI limitó el material, pero en 2014 se abrió la mano y se permite usar el mismo que en ciclismo en pista).

—Sí, principalmente a eso. Ahora es un reto que está de moda, pero que en diez años nadie habló sobre él. Para mí el nuevo reglamento no me parece justo, pero yo no soy el jefe ni hago las reglas. Si se decide de repente cambiar todo, yo no puedo hacer nada. Lo único que mi motivación ya no está en intentar el récord, sino en conquistar clásicas.

—¿Alguna en especial? ¿La cuarta Roubaix o Flandes?

—Bueno, eso intentaré. Desde la Milán San Remo (22 marzo) hasta la París Roubaix (12 de abril) es el momento clave y donde debo intentar dar lo mejor de mí.

—A sus rivales clásicos como Tom Boonen se ha sumado Bradley Wiggins. ¿Le ve como un rival directo?

—Claro que puede serlo. Si algo ha demostrado es que si se propone algo, no para de trabajar hasta conseguirlo.

—Hablemos del Tour. El etapa inicial puede ser una buena oportunidad para que intente vestirse de amarillo. Pero tampoco hay más crono después...

—En cuanto a si lo correré o no, no se lo puedo asegurar. Una vez que termine el periodo de clásicas me reuniré con el equipo y decidiremos.

—¿Qué le parece que una carrera como el Tour sólo tenga 14,5 kilómetros de crono individual? ¿Cree que se penaliza en exceso a los especialistas contra el reloj?

—Cada año el recorrido es diferente... No sé qué pensar, hay tantas cosas que influyen en la organización como la política, el dinero...

—¿Y la Vuelta? ¿Le volveremos a ver por aquí? ¿Quizá como rodaje de cara al próximo Mundial?

—Aún no tengo claro qué grandes vueltas voy a correr esta temporada, sólo le puedo adelantar que no voy a estar en el Giro de Italia. El Mundial por supuesto que es un objetivo que me interesa pero... ¡queda tanto tiempo y pueden pasar tantas cosas hasta entonces! Ahora mismo sólo estoy centrado en hacerlo bien en las clásicas. La experiencia de otros años me dice que piense en mis objetivos inmediatos.