Contador: “Jugarte la victoria con Froome te motiva más”

—¿Cómo se desarrolló esta jornada en la que ha dejado la Vuelta sentenciada?

—La táctica era simple, entre comillas: seguir la rueda de Chris Froome, aunque había que tener piernas para hacerlo, porque se mostró fortísimo. Yo pude jugar con las diferencias a mi favor y estoy contentísimo por otra victoria. Me he llevado las dos etapas reinas, no se puede pedir más.

—¿Ya puede decir que ha conquistado la Vuelta?

—Debemos completar aún el trámite de la crono, pero con la ventaja que he sacado y la renta de la que dispongo, salvo algún percance, sí está ganada.

—¿Le otorga más mérito haber librado un duelo tan vibrante con Froome?

—Jugarte la carrera con un corredor del palmarés de Froome, que en las últimas temporadas se ha convertido en una de las referencias del pelotón mundial en rondas de tres semanas, te da más motivación y te gusta más. Siempre es un poco más bonito conseguir triunfos donde están los mejores.

—¿Se exprimió al máximo para resistir su rueda?

—Como en el día de La Farrapone, no resulta sencillo aguantar un ritmo tan elevado. Cuando te crees que no le queda fuerza para cambiar más, te cambia otra vez. Y tú sabes que tienes que responder y aguantar, porque si no estás perdido.

—¿Considera esta Vuelta la más especial de las tres que se ha anotado?

—No, la más especial es la de 2012, cuando vine y vencí en Fuente Dé. Aunque, si hablamos por el nivel de la participación, se trata de la mejor, sí.

—¿Va a disputar el Mundial o su postura de no acudir a Ponferrada es inamovible?

—No, no voy a cambiar de opinión. Habíamos tomado la decisión de antes y se la comuniqué al seleccionador. El triunfo en la Vuelta no trastoca nada. Pienso que existe gente en la lista que hará un papel muy bueno. La Selección será favorita a una medalla y los chicos harán un trabajo fenomenal.

—¿Ha recuperado la forma y el nivel dominador previos a su sanción?

—Sí, quizá este año he regresado a mi mejor versión, he vuelto a estar en todo momento en el podio. Conseguirlo se transformó en un desafío y un reto. En 2013 igual alguien creyó que ya se habían pasado mis mejores años. Sin embargo, muchas circunstancias me impidieron rendir al máximo, lo cual sólo se convirtió en motivación para esforzarme al milímetro. Conservo la espinita de saber hasta dónde podría haber llegado en el Tour. Pero lo obtenido en este 2014 es algo increíble.

—En 2015 volverá a medirse con Froome.

—El duelo con Froome me motiva, ni más ni menos, porque siempre estimula enfrentarse a un corredor referencia a nivel mundial y especialmente en las vueltas por etapas. Estar ahí y batirle supone un extra. No obstante, 2015 se empezará a cero, cada uno con su preparación.

—¿Deseaba reivindicarse tras un mal 2013?

—Quería realizar una buena temporada entera. Desde el Algarve llegaron los resultados con muchísimo trabajo. He concluido casi siempre en las dos primeras posiciones, no puedo pedir una campaña mejor.

—¿Por qué se señaló la rodilla al entrar en la meta?

—Bueno, porque ha sido lo que me ha penalizado en los entrenamientos, vine corto de forma, pero al final las cosas salieron mejor de lo esperado.