5ª ETAPA
Degenkolb repite victoria en una etapa marcada por el viento
El corredor alemán del Giant se impuso por segundo día consecutivo. Bouhanni se quejó de que le cerró en la meta de la quinta etapa, en Ronda. Matthews sigue líder.
John Degenkolb logró su segunda victoria consecutiva en la carrera donde se destapó. El alemán entró en erupción en la Vuelta a España 2012 con cinco triunfos y en la actual ya lleva dos. Siete en total para el potente velocista del Giant, que se impuso al sprint en la quinta etapa, Priego de Córdoba-Ronda (180 km), con un punto de polémica. El francés Nacer Bouhanni se quejó de que le había cerrado. El australiano Michael Matthews mantuvo el maillot rojo tras una etapa marcada por los abanicos en sus últimos 40 kilómetros.
No hubo transición en la Vuelta. A 39 kilómetros de la meta, el Tinkoff y el Movistar olfatearon el cambio de dirección del viento, tomaron la cabeza y apretaron los dientes. El pelotón se rompió inicialmente en pedazos, pero la maniobra no sorprendió a ningún gallo, a excepción de Hesjedal. Después del recuento de capitanes, el ritmo se ralentizó y hubo cierto reagrupamiento, aunque los equipos de Contador y Quintana ya no abandonaron la testa hasta después de superarse el Alto de El Saltillo. Por si acaso. El Sky tomó el relevo en el tramo final y Valverde amagó con un ataque… Estaban juguetones los pavos reales.
Poco antes de la batalla ventosa había sido Froome quien se propuso recordar que está en la Vuelta, por si alguien lo había olvidado, y luchó por una bonificación de dos segundos en el sprint de Campillos. El mordisco es mínimo, pero un gesto significativo en la víspera de la primera llegada en alto: este jueves en las Cumbres Verdes de La Zubia (4,6 km al 7,8%). El africano va tomando posiciones, con la contrarreloj asomando golosa allá por el martes próximo.
La etapa había comenzado con diez grados menos de temperatura: aun así eran 34 grados de chicharra. La típica escapada de salida acogía esta vez a un ilustre, Tony Martin, que arrancó con Pim Ligthart. Todo apuntaba a que íbamos a asistir a la tradicional galopada del alemán, como la que se marcó el pasado año para morir en la orilla de la meta de Cáceres, o como la que protagonizó en el reciente Tour con victoria en Mulhouse. Pero en esta ocasión no hubo contrarreloj del rodillo germano. El pelotón no estaba para esos trotes y el Giant y el FDJ colocaron pronto a hombres al frente para controlar la fuga en favor de sus velocistas Degenkolb y Bouhanni. Martin desistió y se dejó caer a 81 km de la llegada, mientras que Ligthart, que siguió en vanguardia, fue devorado a 33 km, ya en plena trisca del pelotón con el viento.