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ANTIDOPAJE | Enrique Gómez Bastida

"Ningún deportista debe dudar de un control de dopaje"

El director de la Agencia Española Antidopaje aseguró en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander que el dopaje es "una forma más de corrupción".

Enrique Gómez Bastida, durante las jornadas de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo
EFE

El director de la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte (Aepsad), Enrique Gómez-Bastida, ha subrayado hoy que el dopaje en el deporte es "una forma más de corrupción" y ha opinado que ningún deportista debe dudar de los controles de dopaje.

Gómez-Bastida, durante la inauguración del encuentro "Situación actual y perspectivas de futuro de la lucha contra el dopaje" de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, ha afirmado que al igual que hoy nadie duda de las pruebas de control de alcoholemia y de que "conducir con alcohol es malo", los deportistas deben aceptar que los controles de dopaje, además de velar por su salud, son una "garantía" de la validez de sus éxitos.

"Esto no es una persecución", ha subrayado Gómez-Bastida, haciendo hincapié en que los controles son un método de afianzar reforzar la credibilidad de unos resultados y de los deportistas "garanticen que su esfuerzo real, a sus compañeros, a las federaciones internacionales y a todo el mundo del deporte".

El director de la Aepsad ha lamentado que socialmente se hable más de los casos de dopaje que de la lucha que se lleva a cabo contra esta "lacra". Y ha destacado que el organismo que dirige no toma decisiones de forma aislada, sino en concordancia con el movimiento de antidopaje internacional.

Para Gómez-Bastida, aunque se ha avanzado mucho en la lucha contra el dopaje, es preciso que la opinión pública entienda que lo ocurrió en un momento determinado "de forma sistemática", actualmente puede ocurrir "de forma aislada".

Según ha insistido, en el caso de que surja un "positivo", éste "no puede manchar a todo un deporte, ni poner en duda a todos los deportistas, a una determinada federación y muchísimo menos a todo un país".

Para Gómez-Bastida, se precisan "dos cosas", por un lado un "mensaje claro de rechazo al pasado", con condena del dopaje por parte de las autoridades públicas y un "mensaje de denuncia", porque "sigue habiendo positivos y siguen llegando denuncias" de irregularidades que ponen en peligro la salud de los deportistas y el juego limpio.

Además, el responsable de la Aepsad, ha hablado sobre la necesidad de que deportistas, médicos y entrenadores que en su día estuvieron inmersos en las tramas de dopaje hagan un "reconocimiento público", no tanto para "entrar en detalles" sobre aquellos hechos, sino para que "la sociedad sepa que lo que hacían antes ahora lo rechaza, porque eran prácticas incorrectas e erróneas".

Gómez-Bastida ha hecho hincapié en que el dopaje, más que un consumo de sustancias, es todo un sistema organizado de alteración de resultados, que afecta no sólo a un éxito deportivo, sino que va más allá porque permite acceso a becas, a determinadas universidades y a patrocinadores.

Y ha puesto como ejemplo el caso de Lance Armstrong, porque según ha destacado Gómez-Bastida "nadie paga un millón y medio de dólares a un médico por unas pastillas", sino por un "sistema de alteración de resultados", que, en este caso adulteró la mayor competición que hay en el mundo del ciclismo y "que organiza un Estado, como es Francia".

Para Gómez-Bastida, más importante que "quitarle" a Armstrong los siete Tour de Francia que ganó en su carrera, es trasladar a las nuevas generaciones el modelo de que quien incurre en una infracción de dopaje "tiene que tener una responsabilidad".