Nibali reconquista el maillot amarillo en el adiós de Contador

Vincenzo Nibali ganó la primera gran etapa de montaña del Tour en La Planche de Belles Filles, en una jornada que estuvo marcada por la caída y el abandono de Alberto Contador. El madrileño sigue así los pasos del otro gran favorito, Chris Froome, y de Andy Schleck, con lo que la Grande Boucle se queda al décimo día sin ninguno de sus ganadores. Habrá campeón de estreno en los Campos Elíseos. Y ahora mismo quien tiene todas las papeletas es el ‘Tiburón’, que este lunes recuperó el maillot amarillo y volvió a meter tiempo a sus rivales. También subió al podio Purito Rodríguez, como nuevo líder del Premio de la Montaña.

Contador se cayó a 95 kilómetros de la meta, en el mojado descenso del Petit Ballon, el segundo de los siete puertos de una jornada que su compañero Michael Rogers había definido como “la etapa reina del Tour”. Un poco antes se había accidentado también el tercero de la general, Tiago Machado. El médico de carrera atendió in situ al madrileño, visiblemente magullado y con una gran herida abierta en la rodilla derecha. Cuando volvió a arrancar, el grupo de favoritos ya estaba a cuatro minutos. El pelotón había ralentizado el ritmo en un primer momento, pero retomó la marcha con el Astana de Nibali a la cabeza. No podía esperar más, porque la carrera iba lanzada por delante. Varios compañeros arroparon a Contador, pero el esfuerzo fue estéril. Habían pasado apenas 18 kilómetros cuando Alberto, muy dolorido, habló con Biarne Riis, se despidió de Rogers con un gesto cariñoso y abandonó la carrera inundado en lágrimas.

El pelotón reactivó el trote porque por delante se había metido en la escapada un hombre peligroso, el polaco Michal Kwiatkowski, que en ese momento era el maillot amarillo virtual. Además iba acompañado por la locomotora Tony Martin, un ciclista capaz de echar un pulso al pelotón en solitario. Y eso fue precisamente lo que hizo hasta que faltaban 20 kilómetros. El Lotto del efímero Tony Gallopin no había sido capaz de hacerse con las riendas del grupo, por lo que el ‘Tiburón’ tuvo que poner a su ejército azul al frente del pelotón. Kwiatkowski era demasiado gallo para soltarle el cordel.

La fuga rebosaba calidad en cada uno de sus integrantes, con Purito Rodríguez, Tony Martin, Kwiatkowski, Visconti, Voeckler, Riblon, Taaramäe, Wyss y Moinard. El catalán continuó con la lucha que anunció el día anterior: el maillot de la Montaña. El peleón Voeckler se ha marcado el mismo objetivo, por lo que ambos mantuvieron una dura puja en cada cota de la jornada, que se decantó a favor del español. Purito ya luce a lunares.

En el penúltimo puerto, el Chevrères (1ª categoría, 3,5 km al 9,5%), después de que Tony Martin soltara la cabeza de carrera, Kwiatkowski arrancó la moto. Solo Purito Rodríguez pudo seguir su estela y hasta le descolgó en la subida, aunque en el descenso se volvieron a juntar. Así iniciaron la ascensión final a La Planche des Belles Filles (1ª, 5,9 km al 8,5%), donde el líder del Katusha impuso su ley y se marchó en solitario a 5,3 kilómetros de la cima. Pero en esta montaña de los Vosgos también estaba en juego el Tour: Nibali demarró con poderío por detrás y nadie pudo seguirle, pese a los esfuerzos de Porte y Valverde, ahora segundo y tercero en la general a más de dos minutos. El ‘Tiburón del Estrecho’ neutralizó a Purito, a quien soltó en el kilómetro final para lograr una gran victoria y dar un paso más hacia la Triple Corona. La Vuelta y el Giro ya son suyos. Solo le falta el premio mayor: el Tour.