Nibali rompe a Contador en el pavés el día del adiós de Froome

El holandés Lars Boom, de 28 años, campeón mundial de ciclocross en 2008, se alzó con la victoria en la quinta etapa del Tour de Francia, la terrible jornada del pavés: Ypres-Arenberg (152,5 km). Pero el gran triunfador fue el líder Vincenzo Nibali, que rodó a la altura de los mejores especialistas, entró tercero y metió un buen puñado de tiempo a todos sus rivales, entre los que ya no se encuentra Chris Froome, que abandonó sin probar ni un solo tramo de adoquín después de sufrir dos caídas.

La etapa del pavés fue una escabechina. Como estaba previsto. Y eso que por la mañana excluyeron dos de los nueve tramos por el peligro que había generado la lluvia y por la presión de gran parte del pelotón a través de las redes sociales: el quinto, Orchies-Beyvry, y el séptimo, Mons-en-Pevele. De 15,4 kilómetros se pasó a 13. Suficiente. Ni siquiera esta decisión impidió el rosario de caídas, de ciclistas descolgados, de sufrimiento agonístico y extremo. De épica.

La jornada arrancaba con Chris Froome magullado por su accidente del día anterior, con el lado izquierdo abrasado, con las dos muñecas tocadas. Al africano le esperaba un infierno con las vibraciones del adoquín, pero no llegó ni a catar un tramo. El dorsal número uno se cayó dos veces, en los kilómetros 32 y 68… En la primera se dañó el costado derecho, pero enlazó con la ayuda de sus compañeros y con una irregular maniobra tras coche. A la segunda ya echó pie a tierra y abandonó el Tour. La carrera se queda sin su gran favorito y el Sky pierde a su indiscutible líder, con Porte como teórico heredero de los galones: ayer cedió 1:52 con Nibali. Alguno habrá comenzado a arrepentirse de haber dejado fuera de la alineación a Brad Wiggins.

El ‘Tiburón’ Nibali rodó con destreza sobre el adoquín, a la altura de los grandes especialistas, incluso mejor. Al nivel de este miércoles, el italiano se podría plantear sin complejos la París-Roubaix. A 36 kilómetros de la meta se fue al suelo su compañero Iglinsky y se vio cortado, pero volvió a enlazar con la cabeza y se convirtió en el gran triunfador de la jornada entre los candidatos a la general. Entró tercero, por detrás de su compañero Fuglsang, y contó sus dentelladas por minutos: Kwiatkowski (a 49”), Porte (a 1:52), Talansky (a 2:04), Valverde y Rui Costa (a 2:09), Contador (a 2:34)…

No fue un buen día para los españoles, que no rodaron nunca en cabeza en los tramos adoquinados, aunque sus desventajas todavía no les excluyen de la lucha por el Tour. Ni mucho menos. Alejandro Valverde sufrió una caída (km 69), como tantos otros favoritos: Van den Broeck, Talansky, Van Garderen… Pavés y caída son sinónimos. El murciano se rehizo para enlazar con el grupo de Alberto Contador, donde rodaron bien arropados por sus compañeros de Tinkoff y el Movistar. El madrileño no tuvo accidentes, pero desfalleció en los kilómetros finales y cedió en torno a medio minuto más que su compatriota. Para ellos, una noticia mala y otra buena. La mala: Nibali está superior. La buena: ya no hay más pavés, solo terreno para remontar.