Contador gana la etapa reina de la Tirreno frente a Quintana

En la previa, el Tinkoff tenía muy claro que Alberto Contador aspiraría al triunfo en la etapa reina de la Tirreno-Adriático. Así de optimista entró en los buzones su comunicado: “Contador está preparado. Lo dice Riis, lo dice Mauduit y lo dice el propio Alberto. Saldrá a ganar”. Ya en boca de su director, el pelirrojo Philippe Mauduit, la táctica quedó aún más detallada: “Contador se encuentra bien, fino y concentrado. Por eso iremos a vencer. Tenemos un equipo muy fuerte, con corredores como Roche y Kreuziger para someter al pelotón a una fuerte presión. Después, Alberto debe remachar en la parte final de la ascensión”.

Y así se sucedieron los acontecimientos. A falta de 200 metros, el madrileño soltó a Nairo Quintana con una buena arrancada. Nada más cruzar, se fundió en un emotivo abrazo con su jefe de prensa, Jacinto Vidarte. Antes, Movistar controló la carrera para Nairo y echó mano a los últimos fugados (Brandle y Lutsenko) a 11 kilómetros de la llegada. Wiggins y Evans (vencedores de los Tours de 2011 y 2012) se descolgaron en cuanto la cosa se puso seria. Sin embargo, la subida de Cittareale (localidad natal de Vespasiano, el emperador que empezó a construir el Coliseo romano) no puede considerarse excesivamente complicada: 14 kilómetros al 5,3% de pendiente media, con la rampa más empinada al 10%. La dificultad de la jornada radicaba en su longitud: 244 kilómetros en total.

Pirazzi desafió el dominio del equipo telefónico, mientras Kreuziger e Intxausti, segundos espadas, saltaron como lanzaderas de sus líderes. Intxausti y Pirazzi reventaron por el ritmo del checo. A la espera de que se produjera el movimiento de su capo, los favoritos (tirados por Porte, con Contador, Quintana, Kwiatkowski, Dani Moreno, Scarponi y Kiserlovski) dieron caza a Kreuziger y se jugaron la victoria y las bonificaciones. Tras su triunfo (segundo de 2014, en el Algarve tomó el Alto de Malhao), Contador se colocó segundo de la clasificación, a 16 segundos de Kwiatkowski (precisamente, el único que le batió en la general de Portugal): "Está complicado llevarse la Tirreno, pero la pelearemos hasta el final". Para este domingo, nuevo etapón: meta en el muro de Guardiagrele, con porcentajes del 22%, previo paso por Lanciano.