Demare brilla en la Corniche de Doha y Terpstra gana la general

El velocista francés Arnaud Demare tiene todo el futuro por delante. El 26 de agosto cumplirá 23 años, y ya puede presumir de un Mundial Sub-23 (2011), una Clásica de Hamburgo (2012) o una general en las Cuatro Días de Dunkerque (2013). En la Corniche de Doha (última jornada del Tour de Qatar) venció con insultante facilidad, como ya hiciera en este mismo escenario en 2012: “Conocía el trazado y sabía cómo debía actuar. No son los Campos Elíseos, pero me hace ilusión cerrar la competición y superar a sprinters de la calidad de Boone, Greipel o Bennati”.

Sin embargo, Demare es más que un sprinter. A su potente y elegante arrancada añade fondo y pasión por las clásicas de pavés: “Se pueden combinar ambos aspectos, ya lo ha demostrado Boonen. Me gustaría ganar volatas allí donde participe y continuar con el aprendizaje y mejora en el adoquín. Flandes y Roubaix son objetivos que me marco a largo plazo. Tengo que intentar ser ambicioso para conseguir grandes retos, no sé hasta dónde puedo llegar”.

El neerlandés Niki Terpstra, de 29 años, conquistó la primera general en una ronda por etapas de su trayectoria. Omega acaparó todos los jerseys y los premios gordos de la prueba, menos el tercer escalón del podio, que correspondió a Roelandts: Terpstra, el maillot oro; Boonen, el plata de puntos y segundo en el cajón; Van Keirsbulck, el blanco como mejor joven; aparte de terminar primeros en la clasificación por equipos. Y al contrario de lo que pudiera pensarse de un país rico como Qatar, el dinero repartido no resultó escandaloso: en total, 100.000 euros, 3.615 para los ganadores de cada día y 11.000 para el vencedor final.