Vuelta 2014
Ancares será el último gran cartucho para los escaladores
Con la contrarreloj de 10 kilómetros, será el espectacular gran final de la Vuelta a España 2014. Se subirá por la cara más dura posible (12 km al 9,2%) y hasta la cumbre (3 km más).
La Vuelta ensaya este año un final novedoso que, a poco que las fuerzas de los candidatos estén parejas, puede resultar muy emocionante. Una dura meta en alto el penúltimo día y una contrarreloj corta (diez kilómetros) para rematar. La ascensión a Ancares, por Pando Zarco, se transforma así en el último cartucho para los escaladores. El momento para darlo todo con tal de sacar algún margen de cara a la crono de Santiago. Y ahí, otra vez a entregarse a tope en esos diez km en solitario. Con 19 etapas en las piernas, este es un final para verdaderos campeones.
La carrera ya experimentó con el Angliru, en 2013, y con la Bola del Mundo, en 2010 y 2012, en la penúltima jornada y no hubo en esas etapas cambio de líder. Pero esta vez no hay trámite de fin de fiesta, lo cual le da a esta subida un cariz bastante diferente. Además, el puerto se presta a un ataque desde lejos que puede provocar estragos.
Así lo vaticina Serafín Martínez, 29 años, pero ya exprofesional. Tuvo que dejarlo al desaparecer el Xacobeo. Ahora, entre otras cosas, es asesor técnico de la Vuelta y en esa calidad realizó y analizó la subida para AS.
Ancares ya fue final de etapa en 2012 (ganó Purito Rodríguez) y se cruzó en 2011, con llegada en Ponferrada y triunfo del suizo Albasini. Pero esta vez se ascenderá por la vertiente de Pando Zarco, la más dura, y hasta la cima del Mirador, es decir: tres kilómetros más.
Cumbre encharcada. Aunque en muchos sitios lo escriben como ‘Pan do Zarco’, la gente de este precioso rincón de Lugo nos explica que es Pando (cumbre allanada) Zarco (encharcada). Antiguamente hubo allí unas lagunas.
En total son 12 km de ascensión al 9,2%, con rampas de hasta el 20%. Los detalles de la etapa los conoceremos mañana, en la presentación de la carrera en Cádiz, pero es seguro que se subirán tres (quizás cuatro) puertos más previos a Ancares e, inevitablemente, justo antes se tiene que ascender Folgueiras, lo cual nos deja unos treinta últimos kilómetros de pleno estrés, por ruta estrecha, curva y contracurva, subida o bajada.
“Será importante no olvidarse de comer y beber, pues no hay muchos tramos para hacerlo. Y en un recorrido como este es muy fácil que te llegue un desfallecimiento”, avisa Serafín Martínez. Los ciclistas llevarán además la fatiga acumulada de las 19 etapas anteriores. Todos estos ingredientes apuntan a que puede ser una jornada muy decisiva. “Pero hay que llegar a ella con más reservas que los demás para crear la diferencia. Al fin y al cabo, los que están más fuertes en esos últimos días son precisamente los que marchan en cabeza de la general”.