Indurain fue Tirano de Bergerac

La contrarreloj del penúltimo día hará un guiño a Miguel Indurain, a una de sus exhibiciones en el Tour, a aquel 11 de julio de 1994, cuando rodó a 50,539 km/h durante los 64 kilómetros de la crono Perigueux-Bergerac, a casi 40 grados. "Han sido unas diferencias escandalosas", dijo Eusebio Unzué en la meta mientras repasaba la clasificación de aquella 9ª etapa del Tour: 2:00 a Toni Rominger, 4:22 a De las Cuevas, 5:27 a Chris Boardman, 6:04 a Ugrumov (que acabó segundo en París)... Y también 8:04 a Chiappucci, 9:03 a Zülle, 10:37 a Bugno, 10:59 a Pantani (tercero en aquel Tour). La prensa francesa, que ya le había bautizado Extraterrestre en otras ocasiones, le llamó entonces Tirano de Bergerac, en honor al narigudo poeta Cyrano, coetáneo de Moliére. Rominger, que ya le había apretado en 1993, se plantó aquel año como su gran rival. Aquí recibió el primer golpe de Indurain y dos días después sufrió el remate al ceder 2:21 minutos en Hautacam, otro escenario que se repite en 2014.