Purito: "Tengo moral y me la jugaré subiendo el Angliru”

VUELTA

Purito: "Tengo moral y me la jugaré subiendo el Angliru”

Purito: "Tengo moral y me la jugaré subiendo el Angliru”

AFP

Se impuso en el Naranco. Atacó a falta de un kilómetro y ninguno de los favoritos pudo seguirle. Ahora está a 1:57 del nuevo líder, Chris Horner, y cree que la general puede cambiar hoy.

Oviedo

—En una Vuelta en la que decía que no se encontraba como deseaba, al fin llegó el triunfo, su octava etapa en la ronda española...

—Así es, he recuperado la sonrisa. Soy ambicioso y aspiraba a vencer en alguna etapa. Es lo que quería desde el principio, así como terminar lo más arriba posible en la general.

—¿Cómo gestó ese ataque?

—Os prometo, a pesar de que no lo creáis, que dije a los compañeros dos o tres veces que parasen porque íbamos demasiado rápido y no me fiaba de mis fuerzas. La verdad es que no daba un duro por mí. Sin embargo, el equipo estuvo de diez, tiraron desde el kilómetro cero y, gracias a su cabezonería, gané. Son de esas victorias que valen doble. Se trataba de un final de los que me van de maravilla. No conocía el Naranco, quizá sea de los pocos del pelotón que no lo ha subido. Sumar al palmarés metas en alto me hace sentir muy orgulloso.

—Su padre (Manuel Rodríguez Ayora), excorredor y exdirector, ¿no le había chivado nada sobre esta ascensión?

—Mi padre me da la táctica cada día. Si fuera por él, habría conquistado esta Vuelta hace varias jornadas. Con lo que dice él, otro poco de los compis y el Katusha, con tanta información que te llega, es más fácil correr. En el Naranco me la jugué como si la meta estuviera a 500 metros. Desde que aceleré hasta ahí, fui a zapatazos.

—Se ha colocado a 1:57 del liderato. ¿Confía en el podio?

—Mañana (por hoy) espero más, aunque con este triunfo me siento muy orgulloso. Aun así, seguiré en la pelea. Creo que estoy cerca, mi desventaja no es para tanto en un puerto como el Angliru, donde se consiguen diferencias realmente amplias. A mí, hoy por hoy, me da lo mismo hacer cuarto, quinto o sexto. Ya tengo etapas y puestos de honor en el cajón de la Vuelta, debo luchar por estar lo más alto.

—Entonces, ¿arriesgará?

—Sí, me la jugaré. Cuento con una dosis tremenda de moral después de la victoria del Naranco. Esto es muy complicado, en el Angliru puede cambiar la clasificación totalmente. Con todos los esfuerzos acumulados, las distancias en esta cumbre van a resultar bastante más grandes.

 

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