Contador: "Froome fue superior, me gana en el cara a cara"

Alberto Contador se desinfló en los kilómetros finales de la subida al Mont Ventoux, aunque antes tampoco pudo responder al tremendo acelerón de Chris Froome a 7,2 km de la meta: “Es muy superior a todos los demás en las etapas de montaña, lo ha demostrado aquí y en los Pirineos. Yo, con subir a mi ritmo y regular energía, hice lo que pude. Froome está fortísimo, hay que reconocerlo y chapeau para él”.

El madrileño, habitualmente optimista y confiado en sus opciones en la tercera semana para intentar derrocar a Froome, asumió por primera vez ante los medios de comunicación que se encuentra en inferioridad frente al maillot amarillo: “Vine aquí a ganar el Tour de Francia, ese ha sido siempre el objetivo, pero en cada cara a cara que hemos tenido me ha distanciado un poco más en la general. Y así es imposible. Fue una etapa francamente complicada por la velocidad que se imprimió al principio. De esa forma llegamos bastante justos a los pies del Mont Ventoux”.

Tercero y alejado a 4:25 del maillot amarillo, aunque a sólo 11 segundos de Mollema, el ciclista del Saxo no piensa en terminar segundo como un premio de consolación: “La segunda plaza es secundaria. No valoro en qué lugar puedo acabar, pero ya veremos qué sucede desde este punto hasta París”.

En el tuit que escribe después de cada jornada fue más escueto que nunca: “Ufff, llegando al hotel tras el etapón. Duro final con 220 km muy rápidos. Ahora toca descansar para los Alpes”.

Aunque Contador es un ciclista que no se rinde, en su tono no aparece esa actitud: “En su estado de forma, no se puede batir a Froome a día de hoy, salvo que tenga una mala jornada. Falta por comprobar qué ocurre en las etapas alpinas, donde habrá puertos encadenados en los que su equipo puede sufrir algo más con sólo seis compañeros. Según cómo se desarrolle la carrera adoptaremos la estrategia que más nos convenga”.

Kreuziger, su compañero, concluyó ayer más entero y está a tres segundos en la general. El checo se mantiene fiel a su líder, pero no se descarta: “El capo de la escuadra es Alberto. Yo estoy aquí para trabajar para él, como en los Pirineos. No obstante, disponer de dos bazas mejora nuestras posibilidades tácticas”. Los Alpes y la crono pondrán a cada uno en su sitio.