Samuel gana la etapa mientras Contador ejerce de gregario

Samuel Sánchez (Euskaltel) ganó la séptima etapa del Critérium del Dauphiné tras vencer a Fuglsang, su compañero de fuga, en la llegada a Superdévoluy. El asturiano se desquitó así de su decepcionante Giro apuntándose su primera victoria de la temporada. Una jornada donde los españoles probaron al líder Froome, que respondió de forma magnífica y continúa como líder a falta de la etapa final.

La escapada del día se formó en los primeros 25 kilómetros. Un grupo de 22 corredores, con nombres importantes como Van den Broeck, Gallopin, Chavanel, De Gendt o los españoles Izaguirre (Euskaltel) y Teruel (Movistar) se lanzó a la aventura a los pies del Alpe d’Huez, el gran coloso de la jornada, aunque se subía (y bajaba por primera vez en competición) muy lejos de meta.

La fuga nunca alcanzó una distancia definitiva, ya que el Sky controlaba que no se marchara a más de cinco minutos. Y, cuando su líder Froome estimó que debía acelerarse, la ventaja fue reduciéndose rápidamente a la vez que aumentaba el nerviosismo entre los escapados, que dejaron de entenderse.

Los ataques comenzaron en la subida a Noyer (un 1ª de 11 kilómetros al 7%), tercer y penúltimo puerto del día. Primero, Van den Broeck, aunque fue Chavanel el que logró distanciarse en cabeza de carrera, llevándose a rueda a De Marchi. No obstante la aventura les duró poco. La batalla por la general también empezaba entre los favoritos, con protagonismo claramente español, lo que elevó el ritmo de caza.

Primero fue Valverde, lanzado por su compañero y segundo en la sexta etapa, Herrada. A su rueda saltó Purito muy atento, aunque también lo estuvo el Sky, que los neutralizó. El siguiente en intentarlo fue Contador, ayudado por Jesús Hernández. Froome, con Porte como escudero inseparable, volvió a reaccionar. El de Pinto no consiguió marcharse, pero endureció la carrera hasta el punto de que sólo los más fuertes lograban aguantar.

Samuel, consciente de que debía probarlo, también aceleró. El del Euskaltel tomó unos metros de ventaja junto a Fuglsang, con quien se lanzó en la bajada camino de la subida final a Superdevoluy. Mientras, Contador se empeñaba en probar a Froome manteniendo un ritmo asfixiante y, de paso, echar una mano a Rogers, que peleaba por el podio. El líder del Sky, siempre a rueda de Porte, se encontraba ante un verdadero examen ante el empuje de los españoles.

La bajada de Samuel fue magnífica, mientras el danés Fuglsang entraba con fuerza en el llano. Todo eso propició que abrieran un hueco de 25 segundos para jugarse entre ambos la victoria de etapa en los 4 kilómetros de la subida final. El asturiano sabía que se jugaba mucho, y no falló. En los últimos metros no dejó a su rival por el triunfo tomar la última curva por delante y, cuando encaró la recta final, apretó los dientes y esprintó con fuerza. Hasta con rabia, intentando demostrar todo lo que le hubiese gustado en la ronda italiana, mientras Fuglsang entendía que era imposible imponerse al siempre buen final del de Euskaltel.

Por detrás, Contador guió al grupo y a Rogers hasta el tercer puesto. Purito intentó varias aceleraciones, pero, como las de los demás, fueron incapaces de hacer ver alguna debilidad en un Froome imponente, que incluso se tomó la libertad de dejar ir en el último kilómetro a Porte, quien llegó con unos metros de ventaja sobre los favoritos.