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ciclismo | dopaje

El libro de Hamilton acusa al pelotón... y a Lance Armstrong

El norteamericano, implicado en la Operación Puerto, publica La Carrera Secreta", libro en el que desvela las técnicas de dopaje del Tour en la época en la que corría junto a Lance Armstrong.

<strong>DE AMIGOS A ENEMIGOS.</strong>

Tyler Hamilton tiene 41 años y su historia es una de las muchas y alargadas sombras que se ciernen sobre el mundo del ciclismo: de estrella del pelotón a condenado en la Operación Puerto y protagonista de un segundo positivo cuando volvió tras su sanción en el particular equipo Rock Racing, que acogió a numerosos ciclistas con antecedentes por dopaje.

Tyler Hamilton brilló como jefe de filas en CSC y Phonak pero antes fue uno de los gregarios más destacados de Lance Armstrong, al que ayudó a ganar su dos primeros Tours (1999 y 2000). Ahora el de Massachusetts vuelve al primer plano de la actualidad con un libro, "La Carrera Secreta", en el que desgrana su relación con el doping, los métodos que eran uso común en el pelotón y en equipo US Postal... de Lance Armstrong.

Hamilton deja claro en el libro, escrito junto al periodista Daniel Coyle, que al final la competición era entre iguales ya que el dopaje estaba implantado en todo el pelotón y viajaba siempre con suficiente ventaja con respecto a las leyes y los controles y sistemas de detección. El propio Hamilton y Armstrong contaban con un motorista, apodado Motoman, al que contrataban para transportar la EPO que consumían durante la carrera. El libro cuenta cómo los métodos de dopaje se iban adaptando a las nuevas leyes y los nuevos controles y como los corredores del US Postal, realizaban viajes a España para extraerse la sangre que después se inyectaban en plena competición. Pero mientras los sistemas se hacían más sofisticados, la masificación jugaban malas pasadas a los corredores y al propio Eufemiano Fuentes: el positivo de Hamilton en 2004 se debió a que Fuentes le entregó la bolsa de EPO que correspondí a otro corredor.

Tal y como cuenta el exciclista, el Tour se acababa convirtiendo en una red casi mafiosa de teléfonos móviles que cambiaban de manos, habitaciones de hotel secretas en las que se realizaban las transfusiones. El propio Hamilton alquiló un piso en Mónaco donde se sacó sangre y la dejó allí un mes con su mujer protegiéndola. Miedo, secretos, engaños... otra cara del Tour de Francia que queda expuesta en "La Carrera Secreta", el libro de uno de los protagonistas de una de las épocas más oscuras de la historia del ciclismo.