Ciclismo | Giro de Italia

Antón se une a la fiesta

Ganó en el durísimo Zoncolan y se colocó tercero de la general.

jesús rubio y agencias

Igor Antón debutó en una grande en 2005, en el Giro de Italia: "Ahí me saqué el carnet de ciclista". Le llamaron a tres días de tomar la salida y sufrió "como nunca en la vida" para llegar hasta Milán. Seis años después, consiguió su "triunfo más importante" en la carrera donde se hizo mayor, en una cima tan dura como el Zoncolan (10,1 km al 11,9%, con rampas de hasta el 20%).

Antón completó una ascensión de manual, a bloque, tras arrancar desde muy lejos, a 7 kilómetros del final. Gracias a las considerables diferencias que sacó en meta, también se coló de lleno en la lucha por la general: se situó tercero, a 3:21 de Contador, aunque a tan sólo un segundo de Nibali.

Alberto, portador de la maglia rosa, realizó la subida con la calculadora en la mano. No fue hasta el último kilómetro cuando se permitió un arreón que le sentó fatal a Nibali. El italiano llevó todo el peso de la persecución sobre Antón y entró enfurecido: "Contador me ha faltado el respeto. Atacó, me esperó y volvió a atacarme. Esas cosas no se hacen".

Olvidó la bici.

El líder no polemizó: "Considero a Vincenzo mi rival más peligroso en este Giro. Yo arranqué, pero él reguló bien y se me echó de nuevo encima, por lo que apreté otra vez para lograr estos segundos tan valiosos". Contador se marchó en helicóptero al hotel, no dio conferencia y su jefe de prensa, Jacinto Vidarte, tuvo que bajar su bici mientras llovía a cántaros, ya que se quedó olvidada en lo alto del Zoncolan.

David Arroyo y Purito Rodríguez, los otros dos españoles con aspiraciones de podio, se han dejado prácticamente sus opciones en los Alpes. Arroyo (10º, a 6:43) asumió su mal día, aunque no pierde la esperanza: "Es la tercera ocasión en que me topo con el Zoncolan, y siempre se me atraganta. Somos un matrimonio que no funcionamos bien, pero en cualquier momento se le puede dar la vuelta a la tortilla".

Purito (11º, a 7:29) reconoció que, a partir de ahora, intentará cazar una victoria parcial: "Mi objetivo es una etapa, así que atacaré desde lejos".

La que logró Antón supone la primera en la historia del Euskaltel en el Giro. Las caídas le tiraron del cajón en las Vueltas de 2008 y 2010. Para cerrar el círculo, también podría subir por primera vez a un podio, el de Milán, en la ronda que le convirtió en ciclista.

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