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Ciclismo | La ruta del Tour

España y Suiza formaron un equipo en 1934

Bernardo Salazar
España y Suiza formaron un equipo en 1934

Si hay un momento gratificante en la vida deportiva del corredor ciclista es su subida al podio para recibir el tradicional ramo de flores y el beso de las guapas azafatas de turno.

El Tour de Francia distingue al primero de su clasificación general con el más famoso de todos los maillots, el amarillo. El día 18 de julio de 1919, en Grenoble, salida de la undécima etapa, Henri Desgrange colocó a Eugene Christophe el primer maillot amarillo de la historia. Ayer se cumplieron noventa años de este hecho.

Y, ¿por qué de esta distinción? En aquel tiempo, los periodistas que seguían la carrera desde el autobús de la organización o en los escasos vehículos oficiales disponibles, se las veían y deseaban para distinguir en el compacto pelotón la situación exacta del líder, El viejo galo. Las sugestiones de unos, las peticiones de otros, se materializaron en una histórica innovación. Desgrange decidió distinguir al líder de la carrera con una vestimenta que le diferenciase de todos los demás corredores y como L'Auto, el periódico organizador, se imprimía en papel amarillo, creó un jersey de este color.

La etapa de hoy discurre mayoritariamente por territorio helvético. Pocos recordarán que en 1934 los nombres de España y Suiza estuvieron unidos en la historia del Tour. Ezquerra, Cañardo, Luciano Montero y Vicente Trueba formaron con Erne, Stettler, Blattmann y Büchi un combinado hispano-suizo que finalizó en tercera posición en la clasificación por escuadras detrás de las poderosas Francia e Italia.