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BARCELONA

Un momento crítico para Willy

El pívot apenas tuvo presencia en la serie de cuartos de final contra el Lenovo Tenerife. Tras la eliminación europea mandó un recado al banquillo.

Un momento crítico para Willy
Rodolfo MolinaDiarioAS

El Barcelona juega en el playoff de la ACB para salvar su temporada. Defiende el título logrado el año pasado y busca un gran éxito al que aferrarse después de perder en la Supercopa y la Copa, en ambos casos contra el Real Madrid, y de ser eliminado a las puertas de la Final Four de la Euroliga por el Olympiacos. Con un mal sabor de boca obvio e inevitable porque, tras completar una muy buena fase regular, partía con factor cancha en una serie que se resolvió en el quinto partido. El Barça fue el segundo equipo en toda la historia de la competición que, con el actual formato, quedaba eliminado en un quinto en su pabellón. Y no fue el primero por minutos: el Mónaco perdió poco antes contra el Fenerbahçe.

Así que ahora el club azulgrana busca buenas noticias en la Liga. En cuartos superó al Lenovo Tenerife sin necesidad de tercer partido (2-0) pero con apuros en los dos en los que se impuso, especialmente en el segundo, que se resolvió en los instantes finales. Satoransky (28 de valoración), Laprovittola (16) y Jokubaitis (15) fueron los motores desde el exterior. Por dentro, el mejor fue Jabari Parker (18) porque Jan Vesely, el mejor jugador del Barça esta temporada, ha estado en la eliminatoria por debajo de su mejor nivel y ha dado muestras de cansancio. En parte porque el checo (que cumplió 34 años en abril) ha tenido una carga muy exigente de minutos cuando ha llegado el punto culminante de la temporada. Y eso se debe, en gran medida, a la poca presencia en pista de Willy Hernangómez, el gran fichaje del Barça para esta temporada.

En el partido jugado en Canarias, ayer, Willy sólo estuvo en pista cinco minutos y siete segundos. En el primero de la serie, en el Palau, se quedó en 08:28. En total, menos de 14 minutos en dos partidos (igualados y de mucha trascendencia) para un jugador que, en plena madurez (29 años), debería marcar diferencias en su primera temporada de regreso en Europa después de siete años en la NBA. Pero su protagonismo va a menos. Si en la primera mitad de la temporada jugaba con continuidad aunque menos de lo previsto y muchas veces sin presencia en los finales apretados, ahora su rol es todavía menor con los minutos en pista cada vez más reducidos. En la trastienda de esta situación que se ha dado en cuartos de final, sus palabras después de la eliminación contra el Olympiacos, un mensaje que parecía claramente destinado al entrenador, un Roger Grimau con el que hace ya tiempo que se rumorea que no tiene la mejor relación posible.

Somos un equipo muy amplio, con muchísimo talento y no hemos sabido aprovechar eso. No hemos sabido aprovechar todo el talento que tiene esta plantilla”, dijo Willy en la resaca, durísima, de la eliminación en cuartos de Euroliga. En el quinto partido, en el Palau, el pívot madrileño solo jugó 12 minutos. En ellos, estuvo a buen nivel y aportó en ataque, el gran problema de un Barça muy atenazado por la defensa del Olympiacos. Pero en el último cuarto, con la plaza en la Final Four en juego, Grimau optó por un Vesely muy poco acertado.

En la Euroliga, Willy solo ha jugado 16 minutos y 14 segundos de media (11 puntos, 4,8 rebotes y 12,7 de valoración), muy poco para un jugador llamado a ser importante y a rellenar en gran parte el hueco que dejaba, en cuanto a producción y liderazgo, Niko Mirotic. En la ACB, sus números no han sido mucho mejores: 18:30 en pista, 12,2 puntos, 6,5 rebotes y 15,2 de valoración.

Ahora, llegan las semifinales contra el Real Madrid, el que fuera su equipo antes del salto a Estados Unidos en 2016. Willy, que en lo personal se ha mostrado siempre feliz por su decisión de mudarse a Barcelona, intentará tener más presencia en el juego interior de un Barça que visitará al eterno rival el próximo miércoles, solo tres días después del día en el que se juegan la final y el partido por el tercer y cuarto puesto en la Final Four. Una gran oportunidad para cambiar una narrativa que se está poniendo cada vez más complicada… o, tal vez, la mecha definitiva para que haya caso Willy. Su continuidad, dado el volumen de su contrato, parece segura. La de Grimau... no tanto, especialmente si las cosas salen mal en las semifinales. Así que, para ambos, vienen días muy importantes. Para todo el Barça, en realidad.

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