Yabusele progresa entre penurias
Guerschon Yabusele se la jugó al salir del Real Madrid y, de momento, está haciendo buena la apuesta. Es de los pocos que brilla en los Sixers.
No hay malas situaciones en las que no se vea una rendija de esperanza. Eso pensarán en Filadelfia con este inicio de temporada. Se les ha torcido y no se ha cumplido ni un mes de competición. El balance de victorias y derrotas está abismalmente lejos del que deberían tener y la enfermería no hace más que recibir nuevos visitantes. Suerte que realizaron una operación a finales de agosto con la que deben sentirse satisfechos: la de sacar a Guerschon Yabusele del Real Madrid tras el torneo olímpico.
El francés sabía lo que era la NBA y deseaba volver a sentirlo. Es un producto de la reconstrucción de los Celtics entre el Anillo de 2008 y el de 2023. En ese proceso, en el que Jayson Tatum o Jaylen Brown han jugado un papel protagónico, también estaba Yabu. En el 16 fue el puesto 16 de los jóvenes de la NBA, un draft que le propulsó hacia su sueño. En Boston estuvo dos años, con poco que rescatar, y tuvo que repensar su trayectoria.
Su paso por Estados Unidos fue efímero. Había salido de China para probar allí y en la pintoresca liga asiática tuvo que buscar acomodo otra vez al verse fuera de foco. Después llegaría Lyon en la temporada de la pandemia y las tres temporadas en el Real Madrid, llegando a un nivel más alto dentro de su trayectoria profesional que le ha permitido verse con las ofertas que esperaba. Sigue teniendo en mente al club blanco para al futuro, así lo asegura, pero los Sixers son los que ocupan ahora mismo toda su dedicación.
¿Por qué es un clavo ardiendo en los 76ers, uno de los buenos (si es que existe tal)? Firmó por el mínimo salarial, que en su caso son 2,1 millones de dólares brutos. Perdonó dinero del Madrid, al que tuvo que abonar 1,7 de los 2,5 de la cláusula de rescisión, sólo para vivir el sueño americano una vez más. Philly se frotó las manos, claro. Y lo realmente positivo es que está rindiendo por encima de esa remuneración.
La plantilla que debe manejar Nick Nurse se ha visto mermadísima al echar a andar esta temporada. Joel Embiid aún no ha debutado. Paul George ha disputado cuatro de los nueve partidos, menos de la mitad. Y para completar el trío de ases acaba de lesionarse Tyrese Maxey el tendón de la corva de la pierna derecha y tiene para una semana y media de baja. Con ese panorama les ha resultado harto complicado sentirse competitivos; ni siquiera serlo, sentirse. Por eso y otras cosas han vencido sólo en dos de las nueve citas.
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“Estoy intentando dar lo mejor de mí. Estoy tratando de ayudar al equipo tanto como pueda. De momento mi intención es la de no centrarme en mí y ayudar a conseguir victorias, que es el reto más importante”, declaró el francés ante la prensa local con ese alarmante 2-7 de balance en la Conferencia Este. Está actuando como falso pívot, incluso, en ausencia de Embiid y protegiendo a un Drummond que como titular está dejando mucho que desear. Entre ese puesto y los minutos que dejó a deber George en los primeros partidos, aunque el impacto en su vuelta ha sido hasta contraproducente, Yabusele ha ido haciendo camino, progresando entre penurias. 10,3 puntos en 21,3 minutos de media es algo destacable. También suma 4,4 rebotes y 1,8 asistencias. Un aspecto en el que merece la pena es que el estilo que Nurse ha impuesto con él, el del bajito que ocupa la posición más alta, permite sacar a rivales de muchos centímetros de la zona restringida, cumpliendo el de Dreux a la perfección con su castigo en el triple (43% de acierto). Pero ni con ésas: hay problemas con veteranos de la talla de Kyle Lowry y Reggie Jackson, otro como Eric Gordon ha quedado señalado, ha tenido que surgir un novato como Jared McCain para revitalizar la rotación, etc. Estos Sixers son el segundo equipo con peor ritmo de posesiones de la Liga, 96,7, y no lo compensan: únicamente cuatro equipos tienen un ratio neto (ofensivo/defensivo) con menor puntuación. Mucho que arreglar tienen Nurse y equipo. Para Yabusele, de momento, es cuestión de aprovechar la circunstancia y seguir sacando la cabeza.
Habrá cambio en los Sixers
Esta noche precisamente se dará un cambio sustancial en estos Sixers. Regresa Joel Embiid, que no había debutado en la campaña, en el encuentro que se disputa ante los Knicks en el Wells Fargo Center a las 1:30 horas (huso peninsular español). El pívot tuvo su última actividad en los Juegos Olímpicos con la insondable selección de Estados Unidos, que ahora representa. Es una situación que le supondrá a Nurse un quebradero de cabeza, aunque no sea tal acomodar al MVP de la 2023/24 en la NBA. Se ha mantenido ausente para ir cuidando una rodilla, la izquierda, que le da avisos cada poco; de hecho ya anunció que no disputará ningún back-to-back para mantenerse más fresco. Además ha tardado otra semana por la sanción de tres encuentros que le impuso la Liga por empujar a un periodista por una columna que le disgustó, castigo ya cumplido. Los 76ers, entre tinieblas, tratarán de ver la luz con la recuperación de su estrella más brillante.
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