Westbrook ata sus 47 millones
El base, estaba cantado, ejecuta su player option y no saldrá al mercado como agente libre el jueves. Ahora la pelota está en el tejado de los Lakers, que analizan sus opciones.
Era un trámite, pero ya se ha cumplido: Russell Westbrook, como no podía ser de otra manera, ejecutará la player option que le permitirá cubrir la última temporada de su contrato por 47,1 millones de dólares. El problema ahora, claro, lo tienen los Lakers, que en todo caso ya contaban con esto.
Era impensable que un jugador con un valor de mercado ahora mismo bajo mínimos renunciara a una cantidad garantizada semejante. Solo Stephen Curry (48 millones) tiene un sueldo más alto en la temporada 2022-23. James Harden en principio se acogerá a su player option de 47,3 para seguir en los Sixers y John Wall hizo lo propio con sus 47,3 pero ya ha negociado un buyout con Houston Rockets por el que perdonará más de seis millones para a la franquicia de Texas y firmará (se supone que por una cantidad similar a esa que deja de cobrar) con Los Angeles Clippers. Y todos contentos.
Este era el único escenario posible después de una temporada horrible para Westbrook, en lo individual y también en lo colectivo. Una pesadilla en el viaje al equipo de su L.A. natal. El equipo de su infancia, donde las cosas no fueron bien y el big three que debería haber formado con LeBron James y Anthony Davis nunca, como temían muchos, llegó a ser tal. Westbrook cumplirá 34 años en noviembre, en las primeras semanas de su decimoquinta temporada en la NBA. Este será, ahora sí definitivamente, el último año de un contrato monstruoso, en su momento el más alto por cantidades totales de la historia de la NBA: una extensión en 2016 (3x85,7 millones) ampliada en 2017 a 5x205 se convirtió en un total de 233 millones por seis temporadas. Cuando se rubricó, comprensible: los Thunder, que fueron los que le dieron esas extensiones, acababan de perder de forma traumática a Kevin Durant. Y Wetsbrook, además, estaba en aquel trance, la tormenta de triples-dobles que convirtieron sus números en legendarios. En 2017 fue MVP después de ser el primero desde Oscar Robertson capaz de promediar un triple-doble en una temporada completa (lo hizo, además, también en la dos siguientes): 31,6 puntos, 10,7 rebotes y 10,4 asistencias.
Los buenos tiempos pasaron. Entre julio de 2019 y agosto de 2021 Westbrook fue traspasado tres veces. Siempre con su contratazo. A Houston Rockets, donde la unión con James Harden no salió bien. A Washington Wizards, donde ganó batallas pero ninguna guerra en un equipo de perfil bajo; y finalmente a los Lakers, el gran desastre en un curso que fue mucho más que malos números… pero en el que esos números fueron pobrísimos también: 18,5 puntos (mínimo desde 2010), 7,4 rebotes, 7,1 asistencias con 3 pérdidas por noche y unos datos pésimos en el tiro (44% total, 28,9% en triples, 66,7% en tiros libres).
Los Lakers han trabajado desde la certeza de que Westbrook ejecutaría su player option. Existe la opción de que siga, claro. Pero parece difícil que funcione, digan lo que digan y lo vendan como lo vendan. Incluido el nuevo entrenador, Darvin Ham. Los Lakers han tratado de ganar terreno a un jugador que parece incapaz de adaptarse y modular su juego y han filtrado que quieren, si sigue, a un Westbrook de perfil bajo y especializado en defender, algo que lleva años sin hacer como Dios manda y que difícilmente va a hacer ahora, camino de los 34 años.
La solución ideal sería encontrar un traspaso. En el momento en el que Westbrook se acoge a esta player option se asegura más de 47 millones… pero pierde cualquier capacidad de decidir sobre su futuro. Y si su valor deportivo sigue en las cloacas (todavía peor en esas cifras) su contrato se convierte en una pieza atractiva para equipos en reconstrucción o que quieren ganar espacio salarial, normalmente traspasando a cambio contratos de más larga duración y que equivalen al de Westbrook para limpiar todos en sus cuentas, unos y otros, en el verano de 2023.
Los Lakers además tienen varias bazas para endulzar un acuerdo: dos primeras rondas (2027 y 2029) y el derecho a intercambiar otras dos (2026 y 2028). Eso, algunos jugadores jóvenes… la cuestión es cómo dar salida a Westbrook, no hipotecar las pocas bazas que hay para operaciones futuras e intentar tener en el retorno alguna pieza con algún valor deportivo. Hay pocas posibilidades, así que por ahora está muy encima de la mesa el plan más imperfecto de todos: que Russell Westbrook se quede en L.A., donde los Lakers tampoco parecen dispuestos a cortarle y repartir en varios años el pago de su contrato. Esos 47,1 millones que van a quedar ahora garantizados. Y en el verano de 2023, ya se verá.