Vukcevic se busca la vida en la NBA

Washington ha roto su cordón con la realidad de la temporada hace unas semanas. En la capital de Estados Unidos se dedican, mientras deciden si el equipo se queda donde está o se mueve unos kilómetros, a hacer pruebas con jugadores para ver cuáles de ellos pasan el corte y continúan en un proyecto que se está montando de nuevo desde cero. Desde la época de Wall y Beal la caída ha sido tan pronunciada que se ven ahora mismo entre los tres peores combinados de la Liga.

Uno de esos jugadores es Tristan Vukcevic. El interior, de 2,13 metros de altura, coqueteó con varias opciones el anterior mercado veraniego para dar un paso adelante en su carrera y una de ellas era meterse de lleno en la NBA. No le han llamado hasta este último mes. A sus 21 años el canterano del Real Madrid, hijo de un Dusan Vukcevic que estuvo en el club blanco en la temporada 2001/02, meditaba una cesión o seguir picando la puerta de Obradovic en el Partizán, hizo lo segundo y -después de pocas aportaciones- la NBA le ha reclamado para ver de qué es capaz. Ha ocurrido antes: jugadores que no logran destacar en Europa después explotan en América. Como no hay una fórmula para averiguarlo, es más un ensayo y error, en ésas está el joven nacido en Siena (Italia).

Tristan apostó por sí mismo cuando cogió el petate y se fue del Madrid hace dos años mediante un traspaso en el que el equipo español se reservó una serie de derechos. E hizo bien, dadas las circunstancias. El Real le formó en el paso previo al profesionalismo y, tras no hallarle el sitio en plantilla que el jugador creía merecer, la relación se enfrió y Vukcevic buscó cobijo en Serbia. En el Partizán la relevancia ha sido exigua, tan pequeña que el pívot también pasó de Obradovic.

El pívot ha cruzado el charco y ya le han dado las llaves de la pintura para que ahí desarrolle todo ese talento que tiene dentro de sí.

En esta primera toma de contacto Keefe está confiando en él cuando hay un hueco. Juega junto a otro joven conocido en el baloncesto europeo, el israelí Deni Avdija, aprovechando la salida de Gafford y los problemas físicos de Bagley y Holmes. 7,3 puntos y 3,9 rebotes en nueve partidos, con tres titularidades, y probando tanto dentro como fuera (lanza tres triples por día, aunque sólo tiene un 27% de acierto por el momento). Sólo está empezando y ya choca con las oportunidades que había tenido en la Euroliga de la mano del maestro Obradovic: 4,2 puntos y 2,3 rebotes sin llegar a los diez minutos por partido y en un total de doce, siendo sólo titular en cuatro de ellos.

El serbio nacido en Italia y que se prepara para jugar con Grecia en competiciones internacional, un crisol de culturas, se busca la vida.

Lo que deja Tristan Vukcevic en Madrid y Partizán

Vukcevic tiene un contrato garantizado hasta final de temporada y es la franquicia la que decidirá su continuidad este verano.

Está cobrando 2,4 millones brutos por apenas un mes de trabajo, una situación que se puede asemejar a la que vivió Gabriel Deck en 2021 con Oklahoma City: el equipo necesitaba rellenar salario para no pagar una multa por defecto y fichó al argentino por cuatro millones para tres meses. En esta ocasión la salida de Tristan no afecta negativamente al Madrid, como sí ocurrió en aquella ocasión porque les dejó sin capacidad de reacción para parchear, todo lo contrario. El Real se ha llevado la mitad de la cláusula de rescisión del jugador por el acuerdo de traspaso que ambos clubes tenían, un millón de euros, al irse al Partizán y si el jugador probaba en la liga americana.

Washington es un banco de pruebas por la mala temporada que les ha salido, otra más, y el jugador europeo debe aprovechar.

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