Valanciunas, un ‘pellizco’ por un favor
El pívot lituano acepta retrasar la fecha en la que su contrato para la próxima temporada quedará garantizado. A cambio, se asegura dos millones de dólares.
Jonas Valanciunas pareció, el pasado verano, cerca de dejar la NBA y enrolarse en el Panathinaikos. Pero tenía contrato, con esta temporada garantizada con Denver Nuggets, el equipo que se había hecho con él tras su paso por Sacramento Kings y que no estaba dispuesto a dejar marchar a un jugador que necesitaba para tener, un problema muy grave en las últimas temporadas, una alternativa sólida en el banquillo para los minutos de descanso de Nikola Jokic. Generalmente, pocos. El objetivo era que Jokic pudiera descansar más, al menos en regular season, sin que el equipo tuviera que cambiar drásticamente de fisonomía -sin perder la referencia interior- y sin que todas las métricas se hundieran drásticamente.
Valanciunas (33 años) parecía dispuesto a volver a Europa, ser una estrella y jugar en un equipo que aspira, básicamente todas las temporadas, a ganar la Euroliga. Estaba, se dijo, cansado de cambiar de equipo y jugar partidos de pocas aspiraciones en una NBA en al que llevaba desde 2012 y donde no ha sido nunca una estrella pero sí, siempre, un jugador de nivel, sólido y valorado: ha ganado en salarios de franquicias más de 150 millones de dólares. Pero los Nuggets no cedieron y, además, le ofrecían la opción de ser importante, en su rol, dentro de un equipo que juega sin más objetivo que ser campeón, en máximos de presión y exigencia. Un plus importante.
Y Valanciunas está cumpliendo: juega unos 12 minutos por noche, el mínimo de su carrera, y promedia casi 9 puntos y 7 rebotes. Su contrato para esta temporada es de 10,3 millones de dólares (firmado por tres años y más de 30) y para la próxima será de 10 millones… que tendrían que ser ejecutados por su equipo antes con el 29 de junio como fecha límite. Es decir, cuando se abriera el próximo mercado NBA, el lituano ya iba a saber si los Nuggets (si sigue en Denver, como debería) cuenta con él para el curso 2026-27 o si iba a ser agente libre, lo que abriría de nuevo, sin duda, la puerta a un regreso a Europa con unos cuantos (como mínimo) grandes del Viejo Continente en la puja.
Pero eso ha cambiado: Valanciunas ha acordado con los Nuggets retrasar hasta el 8 de julio la fecha de validación de su contrato. Esa es la nueva fecha hasta la que puede ser cortado sin tener derecho a los 10 millones de dólares del último año de su actual contrato. Un movimiento estratégico de los Nuggets, que así tienen más margen para decidir qué hacer o qué no hacer en función también de cómo arranque el mercado veraniego. Porque, claro, hasta esa fecha de ratificación del contrato, se puede convertir en una jugosa pieza para un traspaso: un equipo que quiera liberar salarios, por ejemplo, podría hacerse con él a cambio de una cantidad cercana a la que debería cobrar pero que después se puede evaporar gracias a esa team option. Sería otro caso en el que su regreso a Europa estaría sobre la mesa.
Para aceptar esta posible molestia, Valanciunas ha conseguido que dos millones de esos 10 de la temporada 2026-27 estén totalmente garantizados, pase lo que pase. Es decir, si un equipo se desprende de él antes de la fecha tope (ahora el 8 de julio), el báltico se llevará sí o sí dos millones, cuando hasta ahora, con el 29 de junio como límite, se habría quedado sin contrato y sin nada de los 10 millones de ese próximo curso. Así que si Valanciunas acaba liberado y en Europa el próximo verano, lo hará con un extra de dos millones en el bolsillo… además de lo que firme en su nuevo equipo.
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