Cura de humildad para los Celtics

Las temporadas son largas, nadie acaba 82-0. Hay días de perros, de esos en los que es mejor no levantarse de la cama. Y Boston Celtics, el mejor equipo de los primeros días de competición, tuvo uno de esos en Chicago, donde los Bulls los arrollaron (120-102) en una demostración de que todavía queda algo del equipo que maravilló en el primer tramo de la pasada temporada. Veremos cuánto… y también cuánto hay de accidente en el absoluto colapso verde, un ataque que pasó de maravillar a encadenar malos tiros, una defensa que concedió muchísimo, minimizada con los quintetos pequeños a los que obliga la ausencia de Robert Williams.

Los Celtics jugaron nueve minutos en el mejor nivel que tienen ahora mismo, que está lejos de casi todos los demás en la NBA: 16-35 con una sensación de superioridad apabullante frente a unos Bulls que, a base de jugar una contra uno de forma constante, se metieron en esa boca del lobo a la que te conduce la defensa de cambios constantes de los Celtics. Pero un par de movimientos de banquillo (Javonte Green, Goran Dragic) dieron energía a los locales mientras su rival, sencillamente, dejaba de jugar. Fue extraño, un colapso difícil de comprender: 30-39 ya al final del primer cuarto, 35-15 de parcial en el segundo, 70-40 entre el segundo y el tercero (100-79). Joe Mazzulla y Grant Williams fueron expulsados, el ataque se convirtió en una sucesión de intentos deshilachados y sin tensión, el rebote fue un aquelarre y la defensa concedió muchísimas líneas de penetración que, además, no tiene ese factor de limpieza y corrección que es Robert Williams.

Los Celtics dieron la peor imagen posible, un pequeño toque de atención después de tres victorias seguidas (3-1). Jayson Tatum acabó con 26 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias (15+5+5 al descanso) y Jaylen Brown con 21 puntos en 23 tiros. En los Bulls (2-2), una inyección de energía liderada por DeMar DeRozan (25+5+5), Nikola Vucevic (18+23+5) y un Ayo Dosunmu que metió 22 puntos con un 9/10 en tiros. LaVine (19 puntos), Jones, Drummond, Caruso, Green, Dragic… los Bulls fueron más profundos y estuvieron mucho más conectados en una noche que seguramente fue solo eso para los Celtics: una de esas que es mejor olvidar cuanto antes.

Siguen las malas sensaciones en Miami

Los Raptors están 2-2 a pesar de un terrible inicio de calendario (Cavs, Nets, dos visitas a Miami, ahora los Sixers otras dos veces), van sobreviviendo de ataque al corazón a ataque al corazón: cuatro partidos igualados, marcador global 420-416. En Miami, a la segunda sí ganaron (90-98) contra unos Heat que quedan 1-3 después de cuatro partidos jugados, todos, como locales. No es el inicio que uno esperaría de un equipo que se quedó a segundos (derrota ajustada en el séptimo partido contra los Celtics) de las Finales de la NBA.

Pero los Heat, que perdieron a PJ Tucker, hicieron poca cosa en verano mientras esperaban a ver qué pasaba con Kevin Durant (y con Donovan Mitchell). Y por ahora no parecen el equipo ultra compacto y fiero que uno esperaría de Spoelstra. Esta vez perdieron un duelo que parecían tener encarrillado: 81-73 en el inicio del último cuarto, después de un triple de Duncan Robinson. Pero Jimmy Butler tardó en volver a pista, quizá Spoelstra debió reaccionar antes mientras los Raptors daban la vuelta al marcador, y los quintetos pequeños ofrecieron facilidades a unos Raptors muy largos, con mucha envergadura. Un 13-27 en un último parcial en el que los canadienses anotaron cinco triples decidió un duelo hosco. Al final, 24-42 desde la línea de tres y 13-27 en puntos en transición.

Jimmy Butler (26 puntos, 8 rebotes, 4 asistencias) y Bam Adebayo (14+10) tiraron de los Heat en sus mejores momentos, sobre todo en el tercer cuarto. Pero estuvieron mal Lowry (otra vez) y un Strus sin puntería. Tyler Herro sumó 22 puntos y capturó 15 rebotes. En los Raptors, 23+9+6 de Siakam, 24 y 9 asistencias de VanVleet, 18 puntos de Trent Jr y 10 con 22 rebotes de Precious Achiuwa. Sin Scottie Barnes, el segunda ronda Christian Koloko fue titular, la primera vez en la historia que (junto a Siakam, claro) dos cameruneses formaron en el mismo quinteto inicial en la NBA.

Los Sixers se dan la primera alegría

Después de un inicio espantoso (tres derrotas en tres partidos) los Sixers ganaron (120-106) a esos Pacers en reconstrucción y que quedan también en 1-3. La victoria, en casa contra un rival menor, no es una gran noticia en Philadelphia, pero la realidad es que las sensaciones mejoraron mucho frente a unos Pacers sin armas para evitar las coreografías de James Harden. Fluido en ataque, el base anotó 29 puntos con un 5/10 en triples, capturó 9 rebotes y repartió 11 asistencias. Tobias Harris (18 puntos) y un Joel Embiid que sigue sin mostrar su mejor nivel (26 puntos, 5 rebotes) acompañaron en un partido de buena actuación coral en una primera parte (64-46) en la que la ventaja llegó a 19 puntos. Un 19/43 en triples contrastó con el 12/44 de los Pacers, liderados por Tyrese Haliburton (19+6+10) y Jalen Smith (17+10). El tremendo rookie Bennedict Mathurin, una de las sensaciones del inicio de temporada, anotó 17 puntos pero con un 6/16 en tiros de campo.

Los Magic y Banchero siguen sin ganar

Sin tirar cohetes, los Knicks han empezado bien la temporada después de su desastre del curso pasado: 115-102 contra los Magic, 2-1 ahora con la única derrota en Memphis y en la prórroga. Para los Magic, 0-4. El número 1 del draft, Paolo Banchero, sigue sin ganar en la NBA pero, con 21 puntos (6/13 en tiros) se ha convertido en el tercer rookie de la historia que arranca su carrera profesional con cuatro partidos de 20 o más. Los otros, Elvin Hayes y Oscar Robertson (nada menos).

Pese a un 7/35 en triples, los Magic estaban a tres en el tercer cuarto, antes de un parcial de 15-4 que abrió la brecha para unos Knicks que quieren correr más que la temporada pasada, un pequeño ajuste en el libreto de Tom Thibodeau. Jalen Brunson sigue dirigiendo muy bien (21 puntos, 6 asistencias), RJ Barrett acompaña (20 puntos) y Julius Randle (25+12+4) parece tener una actitud reactivada después de tener un pie fuera del Madison la temporada pasada. En los Magic, 15+6+5 de Franz Wagner, 17+11 de Wendell Carter y 19 puntos de Bol Bol, que intenta demostrar que es jugador NBA.