Una Copa para Doncic

La NBA se engalana para la recta final de la Copa. La segunda edición de este torneo otoñal, que se creó el año pasado para dar un impulso en audiencias y repercusión a la parte inicial de la temporada, fue un rotundo éxito. Va calando dentro de un espectro complejo, el del baloncesto norteamericano, clásico y poco dado a cambios estructurales de esta magnitud. A imagen y semejanzas de las competiciones de eliminatorias en fútbol y también en básquet que se disputan en Europa, este Copa afronta un nuevo reto: amoldar un estándar la dispute quien la dispute.

Ahí está uno de los grandes caballos de batalla. En un certamen novedoso y de corta duración, enganchar por los méritos deportivos y no por el tirón de ciertos equipos. Seamos honestos: a Adam Silver y compañía les vino de perlas que los Lakers, uno de los conjuntos con más tirón no sólo en Estados Unidos sino en todo el planeta, llegaran hasta el final en 2023. Son los vigentes campeones al doblegar a los Pacers en el choque definitivo. Este año no han pasado la fase grupal. Se monitorizará el impacto del torneo a partir de ahora, donde se decide, para poder compararlo y ver hacia dónde se conduce.

La NBA contará este año con contendientes de todo pelaje. De los ocho que sobreviven, los que vivirán los cuartos de final, sólo uno estuvo en el cuarteto de Las Vegas: Milwaukee Bucks. Y ni siquiera ha empezado bien el año, de hecho se han dicho de todo entre afición, entrenador y jugadores. Atlanta es la sorpresa, ganando en el Garden al campeón liguero. No están Memphis o Cleveland, bastiones de la fase regular, aunque sí veremos a los Mavericks y los Thunder en el que a buen seguro es el mejor choque de los cuatro. Cuatro billetes están en juego en dos días.

Doncic vivirá una experiencia que conoce perfectamente al estar criado en Europa, haberlo visto desde Eslovenia y luego experimentado en el Madrid. Partidos a vida o muerte, algo que también se le da excelente, y viéndose en cuartos con unos Thunder que le tienen tremendas ganas desde que les eliminara en las semifinales de conferencia de la pasada primavera. Nuevas piezas en Dallas, viejo esqueleto en Oklahoma. Está por ver la participación de Naji Marshall en el lado texano. Caruso y Hartenstein son las dos grandes novedades de Daigneault en comparación con la plantilla de la última campaña.

El torneo del K.O. vivirá estas noches de martes y miércoles cuatro partidos para acceder a las semifinales. Cabe recordar que estos aún se disputan en las canchas de los mejor clasificados; la Final Four será T-Mobile Arena de Las Vegas un año más, donde se concentrarán las aficiones como si de una Copa del Rey se tratara. Semifinales, el sábado 14; la final, única cita que no cuenta para ninguna estadística, el martes 17.

Atlanta además contará con el chisme de Trae Young y el Madison Square Garden, el pabellón que más le odia y donde adora jugar, y con que los Knicks serán el equipo que cuente con menos descanso. Houston, pimpante temporada, pondrá a prueba a un renqueante Curry y los ajustes de rotación que está planteando Kerr. Orlando es el más castigado: se le han lesionado los dos mejores jugadores, Paolo Banchero y Franz Wagner, de lo mismo: un desgarro en el llamado músculo oblicuo. En juego no sólo hay obsequios para el palmarés y la gloria deportiva, también jugosos pluses económicos para el que venza.

Las críticas de Jason Kidd

El entrenador de los Mavericks ha puesto los puntos sobre las íes sobre un par de aspectos de esta Emirates NBA Cup. Para empezar lo hizo sobre el formato de diferencia de puntos de la fase de grupos, que ya había levantado ampollas en el pasado. “Esto no es de lo que va este deporte, que va de jugar de la manera correcta. No queremos ridiculizar a nadie. Anotar 132 puntos, que son suficientes”, decía Kidd tras ganar a los Pelicans, hartos de lesiones. También repartió estopa a los que confeccionan el calendario: “Es un desastre. Es algo que necesita ser revisado si quieren que la competición sea justa. Hemos pasado del punto más lejano del oeste a las antípodas del este, y no nos vamos a quejar, es lo que hay, pero no es honesto. Cuando los jugadores descansen, la NBA no podrá quejarse teniendo unas fechas como éstas”.

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