Un espanto en Toronto
Partido muy feo y dos derrotas ya para los Sixers, sin Embiid ni George. Malas sensaciones de los Bucks y buenas de Cavaliers, Magic y Hawks.
Desde luego, las expectativas de Philadelphia 76ers para esta temporada son máximas. Su exigencia es algo muy distinta a lo que se ha visto en sus dos primeros partidos de esta regular season 2024-25 (dos derrotas bastante feas). Pero su personalidad, desde luego, tiene que ser otra también. Y no la veremos hasta que no jueguen Joel Embiid y Paul George, que tampoco estuvieron en pista en Toronto (115-107), en una noche espantosa de baloncesto en la que los Raptors, un equipo en plena construcción, se sacudió al menos la pena por su desastroso arranque en Cleveland.
Baloncesto espantoso: se lanzaron 99 tiros libres (récord en un partido de los Raptors): 39/46 los locales, 40/53 (muchos fallos, además) los Sixers. Nadie tiró bien (entre ambos equipos, 15/52 en triples) y las pérdidas se apilaron hasta totalizar 43 (26-16), en empate técnico con las asistencias (44). La noche de las 66 faltas, un criterio que no encajó con ese interés actual de la NBA por permitir un juego más físico y con más contacto, al menos sirvió a los Raptors, que ganaron su primer partido. Y a Scottie Barnes, que tampoco estuvo para presumir en Cleveland pero que sí se acercó a su mejor nivel (agresivo de inicio y en el tramo final) esta noche: 27 puntos (con un 11/13 en tiros libres) y 4 asistencias. Los Sixers no tenían a Embiid ni George, pero es que los Raptors, un equipo de por sí menor, jugaron sin RJ Barrett, Immanuel Quickley, Kelly Olynyk, Ja’Kobe Walker…
Además de Barnes, brillaron el rookie (puro potencial por hacer) Jonathan Mogbo (12 puntos, 9 rebotes, 5 asistencias), Ochai Agbaji, Gradey Dick, Jakob Poeltl jugó un partido muy sólido (19+9 y 4 tapones) y también tuvieron sus momentos el novato no drafteado Jamison Battle y Davion Mitchell, que junto a Jamal Shead se encargó de complicarle la noche a Tyrese Maxey.
Maxey está muy solo en su estreno de contrato de súper estrella. En dos partidos, ha tirado 54 tiros, más que nadie en un arranque de temporada desde Russell Westbrook en 2017, cuando era rey sol y chico para todo de los Thunder. El problema es que solo ha metido 16, un 32% que cae a un 22 (4/21) en triples. Intenta tirar del carro para rascar victorias hasta que llegue la caballería, pero su equipo no saca tiros limpios haga lo que haga Nick Nurse (esta vez, Lowry y Martin titulares) y tampoco tiene, por ahora, personalidad en defensa ni fuerza en el rebote. Demasiado obligado a moverse por el ataque de lo Raptors, Andre Drummond se cargó de faltas y Guerschon Yabusele tuvo que volver a jugar como falso pívot.
El francés, ex del Real Madrid, acabó con 9 puntos y 4 rebotes en 17 minutos. Finalizó bien, con fuerza, alguna acción cerca del aro y puso bloqueos para Maxey, pero parece obvio que su rol tiene que ser el de ala-pívot y que va a sufrir mucho (intimidación, rebote…) como cinco pequeño, el papel que desempeña hasta que regrese Embiid y se reordene la rotación interior. Kelly Oubre Jr (28 puntos) fue el mejor y Maxey acabó con 24 puntos muy poco lucidos (23 tiros, solo 4 asistencias) para unos Sixers con excusa (Embiid, George…) pero que tenían a priori una buena oportunidad para rascar su primera victoria. Tendrá que esperar.
Los Bucks vuelven a las andadas
En la primera jornada, el miércoles, los Sixers habían perdido en su pista contra unos Bucks que, a la segunda, también se la pegaron: 122-133 en el estreno como local contra unos Bulls que, por su parte, mejoraron drásticamente después de empezar con derrota en Nueva Orleans. El calendario no ha sido benévolo porque después de estos dos partidos duros fuera reciben en su pista a los Thunder, pero el gesto es mucho más alegre tras este brillante triunfo en Milwaukee, donde escaparon en la segunda parte con un brillante despliegue ofensivo: 39 puntos en el tercer cuarto (31-39) con un 63% en tiros y un 6/10 en triples. Coby White anotó 35 puntos con un 7/13 en triples (además: 6 rebotes, 5 asistencias, 4 robos) y Zach LaVine terminó con 25 puntos… y solo una asistencia.
A los Bulls les bastó el ataque, aunque no defendieron gran cosa, porque los Bucks fueron todavía más débiles en la protección de su aro, otra vez (como la temporada pasada) con unos problemas enormes para molestar (al menos) a los exteriores del rival. Siguen sin Khris Middleton, y siguen con versiones muy pasadas de Brook Lopez, Bobby Portis o Pat Connaughton, esenciales en el año del anillo (parece muy lejano: 2021). Así que poco importó que Giannnis Antetokounmpo acabara con 38 puntos, 11 rebotes y 5 asistencias. Los Bulls no parecieron tener forma de pararlo, pero se quedó en un 8/16 en tiros libres y lleva sin anotar un triple desde el 21 de marzo. Damian Lillard también pareció imparable, al menos de inicio: 13 puntos y 2 triples en el primer cuarto, 28 y 3 (3/12 en total). La pareja de estrellas de los Bucks metió 55 puntos en el primer partido y 66 en este. Y apilaron esta vez 44 tiros. El problema, estén más o menos cerca de su mejor versión y tengan más o menos la química óptima cuando juegan juntos, no está desde luego en ellos.
Los Knicks reaccionan a lo grande
Después de su pesadilla en Boston para comenzar la temporada, los Knicks se dieron una alegría en su arranque en el Madison, donde arrollaron (123-98) al equipo que hace unos meses los eliminó en semifinales del Este, unos Pacers desastrosos que perdieron totalmente el hilo del partido entre el segundo y el tercer cuarto (70-40). Los nuevos Knicks se parecieron a lo que tienen que ser, después de ser rastrillados por los Celtics: Jalen Brunson (26 puntos, 5 asistencias) y Karl-Anthony Towns (21 y 15 rebotes) lideraron un ataque eficiente y en el que jugó en buen ritmo (por fin, hay cierta preocupación con él) Mikal Bridges, que acabó con 21 puntos y 5 asistencias. OG Anunoby sumó 14 puntos e hizo un trabajo excelente para frenar a Tyrese Haliburton.
Porque esa fue la gran noticia de la noche: la súper estrella de los Pacers acabó sin anotar, la segunda que le sucede en casi tres años, y firmó un horrendo 0/8 en tiros con un 0/7 en triples, solo 5 asistencias y un -23 en sus menos de 36 minutos en pista. En total, los Pacers se quedaron en un 3/30 en triples. Si se quita el 2/5 de Bennedict Mathurin, 1/25 para todos los demás.
En dos partidos, Haliburton ha fallado 15 de los 16 triples que ha tirado. Este 0/7 dio continuidad a su 1/9 contra los Pistons, un partido en el que anotó uno importante al final después de ocho fallos. Por ahora, no está preocupado antes del duelo de mañana contra los Sixers: “Fallamos mucho, y yo el primero, pero no me voy a volver loco. Lo mejor que es que ahora tenemos un día de descanso. Así que voy a meterme en la pista de entrenamiento y voy a ponerme a tirar. Todos vamos a ponernos a tirar y estaremos preparados para jugar contra los Sixers. Tiraré mucho estos dos días y el domingo estaré listo”. Veremos si es así.
Los Cavaliers, una alternativa muy seria
De los que opositan a desbancar a los Celtics en el Este, algo que no desde luego no va a ser tarea fácil (por decirlo suavemente), el más fiable ahora mismo parece Cleveland Cavaliers: 2-0 después de superar en su estreno como local a Detroit Pistons (113-101). Sus rivales no han sido especialmente duros (Raptors, Pistons), pero los Cavs están demostrando que Kenny Atkinson puede tener las ideas necesarias para convertir a un equipo con muchísimo potencial en un verdadero aspirante al anillo.
Entre Darius Garland y Donovan Mitchell solo anotaron 32 puntos, pero no hizo falta más. Jarrett Allen terminó con 17 y 11 rebotes, y Evan Mobley no estuvo al nivel del primer partido (16 puntos, 6 rebotes, 3 asistencias, 4 robos) pero mantuvo el mismo tono de actividad en ataque, con tiros por fuera, más bote… lo que quieren ver en Cleveland para intentar que alcance nivel de gran estrella un jugador cuyo talento, desde luego, da para eso. Más allá, las mejores noticias llegaron en la aportación de los secundarios. Con Max Strus lesionado, Dean Wade está firmando un excelente inicio de curso como alero titular: defensa, buena mano por fuera… esta vez, 19 puntos, 5/7 en triples y 5 rebotes para un jugador que parece, si sigue a este nivel, una opción óptima al lado del core 4 (Garland, Mitchell, Mobley, Allen). Además, Ty Jerome, el base suplente cuya temporada pasada quedó totalmente opacada por las lesiones, también ha comenzado muy bien, como un Caris LeVert más controlado a las órdenes de Atkinson. Los Cavaliers son un excelente equipo que va a ganar muchos partidos en el Este.
Los Pistons están 0-2. Nada nuevo bajo el sol… aunque con un tono competitivo que no es desde luego el de (sobre todo) la primera parte de la pasada temporada. Cade Cunningham anotó 33 puntos y repartió 6 asistencias, aunque tiene que tener más control de las pérdidas (9), y Jaden Ivey jugó bien (22 puntos). El backcourt, que apenas mezcló la pasada temporada con Monty Williams, muestra mejores síntomas ahora con un JB Bickerstaff que fue abucheado por parte del público en su primer partido de regreso en Cleveland.
Orlando Magic se afianza como alternativa
Como los Cavaliers, Orlando Magic es otro equipo con ganas de ser algo más que una wildcard en el Este. Y, también como los de Ohio, su inicio de temporada es impecable: 2-0 con muy buenas sensaciones. Mejores en el inicio, en Miami, que en su primer partido en casa contra los débiles Nets. Pero cumplieron: 116-101 después de escaparse en el tercer cuarto con un parcial de 13-0 que rompió (lo suficiente) un partido muy enganchado hasta ese momento (65-65 casi en el ecuador del tercer cuarto).
Los Magic, incluso sin Jonathan Isaac, enseñaron su defensa, una de las mejores de la NBA, y también su crecimiento en ataque, la clave para ser uno de los equipos buenos de verdad en el Este: si la pasada temporada anotaron solo once triples por noche, un lastre claro, en estos primeros dos partidos han emboado 33 con un porcentaje que roza el 42%. Eso los convierte en temibles, especialmente si acierta por fuera Franz Wagner: 3/6 para 29 puntos con 6 rebotes y 5 asistencias. Paolo Banchero, que no anotó en juego en la primera parte, acabó con 15 puntos, 6 rebotes y 9 asistencias. Los Nets de Jordi Fernández volvieron a perder pero también a competir, obviamente cortos de talento en un año pensado para poner las bases de su reconstrucción. Cam Thomas anotó 24 puntos, Dennis Schröder 20 Ben Simmons 7, pero solo estuvo verdaderamente bien en el inicio del tercer cuarto, un momento de cierto brillo que acabó cuando cometió la quinta falta y se fue al banquillo. Las pérdidas y un diferencial muy negativo en tiros libres han sido factores decisivos en estas dos derrotas de unos Nets que tendrán un año difícil pensando en un futuro mejor. Esperamos que también sea así para Jordi Fernández.
Un inicio extraordinario de Trae Young
Los Hawks también están 2-0, como los Cavs. Han aprovechado un calendario sencillo (Nets y Hornets en su pista) y ahora tendrán un reto de los buenos de verdad, en Oklahoma City, antes de una prometedora doble cita contra los Wizards. Pero por ahora, más allá de los rivales, han cumplido: 125-120 contra unos tenaces Hornets (que quedan 1-1). De’Andre Hunter (24 puntos 7 rebotes) jugó al nivel que se espera de él. Forma, con Jalen Johnson y Dyson Daniels (18 puntos), un trío que complementa muy bien a Trae Young, cuyo inicio de temporada está siendo fabuloso: en el primer partido 30 puntos, 5 rebotes y 12 asistencia, en el segundo 38+8+10. El primer jugador que arranca con dos partidos de al menos 30 puntos y 10 asistencias desde Oscar Robertson en 1961. En los Hornets, 34 puntos, 9 triples (9/14), 4 rebotes y 4 asistencias de un LaMelo Ball que, eso sí, acabó también con 10 pérdidas.
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