Todos contra los Celtics

E l 17 de junio, los Celtics aplastaron a los Mavs de Luka Doncic en su TD Garden y cerraron por la vía rápida (4-1) las finales de la NBA. Un título incontestable para un equipo que fue el mejor de la temporada 2023-24, para la que decidieron jugárselo a grande con el único objetivo de espantar a unos fantasmas que empezaban a ser demasiado íntimos (llevaban cinco finales del Este jugadas en los nueve años anteriores, una búsqueda extenuante); Y para, de paso, romper cuatro años de empate histórico con los odiados Lakers: ahora, 18 a 17 para esos Celtics que añadieron a Jrue Holiday y Kristaps Porzingis a un equipo que ya tenía a Derrick White, Al Horford y, el motor principal, los Jays: Jayson Tatum y Jaylen Brown.

Todos siguen, sin reparar en gastos. Tatum ha firmado la mayor extensión de la historia: unos 315 millones por cinco años que se suman a los casi 300 por otros cinco que se llevó Brown en el verano de 2023. Jrue acordó 134 por cuatro, White 125 por cuatro y Porzinigs inicia ahora una extensión de 60 por dos años. La pasada temporada, los Celtics gastaron 228 millones entre salarios (186) y multas por ir más allá de los límites permitidos. Aún así, solo fueron el quinto equipo con más inversión en plantilla. Ninguno de los otros cuatro (Warriors, Clippers, Suns y Bucks) llegó siquiera a segunda ronda de playoffs.

Con su bloque intacto, los Celtics que ganaron 64 partidos el curso pasado (64-18) se enfrentan al reto de repetir título. Si alguien cree que es fácil, solo hay que ver cuáles son los tres equipos que lo han conseguido en este siglo: los Lakers de Kobe Bryant y Shaquille O’Neal, los Lakers de Kobe y Pau Gasol, los Heat de LeBron James, Dwyane Wade y Chris Bosh y los Warriors de Stephen Curry y Kevin Durant. Nada más. Eso sí, los Celtics parten como muy favoritos en una temporada que inauguran hoy, con la fiesta del campeón, en su TD Garden (ante los Knicks, 01:30).

Después (04:00) los Timberwolves visitan, en el otro partido de la jornada, a unos Lakers en los que seguramente veremos cómo LeBron James escribe otra página inédita en la historia de la NBA al compartir pista con Bronny, su hijo y una muy cacareada elección de draft (número 55 de los angelinos). En todo caso, es lo nunca visto. Bronny tiene 20 años y LeBron cumplirá 40 en diciembre. Lleva en la NBA desde 2003 y viene de un verano de oro en París, en el que dejó una foto para la historia al lado de los otros dos gigantes de su generación, otros que están también en sus respectivas rectas finales: Stephen Curry y Kevin Durant (los dos, 36 años).

Curry intentará, después de un año sin playoffs, devolver a la senda competitiva a unos Warriors en los que, por primera vez desde hace trece años, no tendrá a su lado a Klay Thompson. Los Splash Brothers no jugarán juntos porque el escolta, enfadado con las maniobras de los Warriors para renovarlo a la baja, se ha marchado a los Mavericks, donde apoyará con lo que le quede de fuelle (tiene 34 años y un terrible historial de lesiones) a Luka Doncic y Kyrie Irving en unos Mavs que ganaron el Oeste la pasada temporada y parten, por eso, como favoritos para volver a las Finales junto a los jóvenes y emergentes Thunder, un equipo tremendo que crece bajo el liderazgo de Shai Gilgeous-Alexander. El Oeste será durísimo: también van a por todas Timberwolves, Nuggets, Suns… y habrá qué ver cuánto compiten los Lakers (con nuevo entrenador: JJ Redick) o, por ejemplo, los Spurs de Victor Wembanyama, a priori todavía a un año, al menos, de hacer ruido de verdad en playoffs.

En el Este, los Knicks han formado un súper big four (Jalen Brunson, OG Anunoby y los recién llegados Mikal Bridges y Karl-Anthony Towns) para asaltar el trono verde de los Celtics. El objetivo también de los Bucks, que quieren enmendar su mal primer año con la pareja Giannis Antetokounmpo-Damian Lillard, y de unos renovados Sixers que presumen de big three (Tyrese Maxey-Paul George-Joel Embiid) y que han sumado al exmadridista Guerschon Yabusele, que regresa a una Liga con cada vez más acento francés: al fenómeno Wembanyama se suman los jugadores elegidos con los números 1 y 2 del último draft: Zaccharie Risacher (Atlanta Hawks) y Alex Sarr (Washington Wizards).

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