Simone Fontecchio se agranda en la NBA: 18 puntos y mate final para ganar a los Warriors
El italiano Simone Fontecchio fue el gran protagonista del triunfo, que selló con un mate a falta de un segundo, de los Jazz sobre los Warriors.
Hasta hoy promediaba 3,9 puntos. Es su primera temporada en la NBA, a los 26 años, y llegaba desde Europa habiendo sido allí un jugador de nivel pero del más alto. Del Baskonia salió el verano pasado en busca de la gran oportunidad y cayó en unos Jazz en mitad de una reconstrucción agresiva, sin demasiadas aspiraciones de cara a la nueva campaña, con un entrenador novato (Will Hardy), un directivo con ganas de moverse en el mercado (Danny Ainge) y un grupo numeroso de jugadores intentando sacar la cabeza en la Liga. Por ejemplo es Lauri Markkanen, sensación en el EuroBasket como lo fue la Italia de Fontecchio, y que por enfermedad no pudo ser partícipe en este partido contra los Warriors. Tampoco Mike Conley, sí volvía Rudy Gay. En el bando visitante Kerr dio descanso a Curry, Green y Wiggins y terminó con otro borrón en la cuenta. Porque este era el escenario completo en el que Simone iba a triunfar sobre todos los demás. Iba a tener momentos para jugar aunque la competencia sea feroz, hay tantos que quieren destacar en los Jazz y el nivel es tan parejo que a Hardy le costará elevar a uno sobre otro, y en los cuatro últimos partidos ha estado 16 minutos de media sobre la pista. Se estaba allanando el terreno para que algún día la liara, porque puede, y así ha sido, aunque el resultado sorprenda por el cómo y a quién.
124-123 fue el marcador final. Un thriller en un Vivint Arena que siempre rema a favor. Ahora que los Jazz están cayendo poco a poco después de su espectacular inicio de curso estas victorias se disfrutan más que ninguna porque demuestran que el equipo sigue vivo. “Somos un equipo imperfecto, pero tenemos corazón. Y el final del partido lo refleja”, dijo Hardy al acabar y está en lo cierto. Siguen, con 15-13 de balance, por delante de franquicias como los Warriors en el Oeste.
Los Jazz remataron a falta de 1,4 segundos a su rival con un mate de Fontecchio a la contra en la que se suponía que iba a ser la jugada definitiva de los Warriors. El escolta-alero italiano fue uno de los valores principales de Utah a pesar de salir como suplente: 18 puntos. Los mismos anotó Beasley y a 22 se fue Clarkson, el máximo anotador por parte de los locales. En el lado opuesto se consideró tras acabar que se había perdido una chance importante, ya que la inercia del último cuarto era para ellos con la buena remontada que protagonizaron. Un Poole (36) titular y un Kuminga (24) peleón fueron los destacados en mitad de tanta ausencia, también reseñando que había un regreso: el de James Wiseman al equipo principal tras ser mandado a la G-League para mejorar. La victoria insufla aire en los Jazz, que en estos cuatro partidos de buena presencia de Fontecchio suman tres triunfos, de cara a medirse en el siguiente partido a Rudy Gobert y sus Minnesota Timberwolves, una medida válida de equipo que fue agresivo en el mercado precisamente con el traspaso del francés y al que las cosas no cuadran en lo que llevamos visto de temporada si lo comparamos con el corajudo conjunto yuta.
La tendencia del encuentro fue una locura. Durante los dos primeros periodos los Jazz se hicieron con la victoria parcial sólo apretando al final de los mismos, sin dominio claro y únicamente por sacar la ventaja en los minutos finales. El marcador ahí se mantenía apretado. En la tercera manga la distancia sí se hizo más grande, llegando al +12. Pero los Warriors tienen carrete y supieron volver. En una mala noche en el tiro de Klay Thompson, que lanzó veinticinco y metió ocho, el escolta ejerció de líder en la recámara y sus compañeros hicieron un buen trabajo para colocar al equipo en posición victoriosa. Y se llegó al último minuto y todo explotó. Con dos de ventaja para Golden State a Clarkson se le ocurrió penetrar ante la defensa de Kuminga, con el congoleño aguantando bien para taponar el intento primero y agarrar el balón después, y el de los Jazz no se lo tomó bien y abrazó de forma agresiva a su rival, que se revolvió. Las técnicas resultantes de este conato de puñetazos dejaron la responsabilidad a Fontecchio. Intentó un triple tras ello y Thompson le puso el cerrojo. Y la distancia subió a cuatro a falta de 13 segundos. Fue el momento para que Beasley sí acertara de tres y obligara a los Warriors a no pifiarla en el último ataque, que es justo lo que hicieron. Alexander-Walker le pegó un golpe al balón mientras Jordan Poole lo recogía, éste quedó en manos de Beasley y Fontecchio, ya en el otro lado, sólo esperó para saltar hacia la felicidad. Un mate a dos manos para ganar remató su partido: 3/5 en tiros de uno, 3/4 en tiros de dos, 3/6 en tiros de tres. Una bella historia para amenizar esta jornada de miércoles noche.