“Si me dieran a elegir entre mi mujer y Doncic...”
Patrick Dumont y la familia Adelson compraron los Mavericks a finales de 2023, dejando en un segundo plano a Mark Cuban. La frase del antiguo mandamás resuena muy fuerte. ¿Se habría soltado a Doncic con él de principal propietario?


“Si me dieran a elegir entre mi mujer y que Luka Doncic se quedará en los Mavericks, me pillas en el despacho de mi abogado preparando los papeles del divorcio”. La frase de Mark Cuban revolotea más que nunca en las horas siguientes a la salida de la estrella eslovena del que hasta ahora ha sido su único equipo en la NBA. El base ya está en Los Ángeles y la estupefacción ha ido por fases: de la cara de sorpresa de Dirk Nowitzki en la red social X, hasta la bendición de Magic Johnson por la misma vía. Todo ello, con la reacción constante y permanente de todo el mundo dentro del baloncesto: aficionados, periodistas, analistas y jugadores. El denominador común ha sido la sorpresa mostrada y comentada por todos los que han sido preguntados por un movimiento que es ya considerado como uno de los mayores traspasos de la historia. Pocas veces un jugador de tal magnitud ha llegado a una franquicia de tal magnitud. Y menos en su prime, con 25 años (cumplirá 26 en un mes) y tras haber disputado las Finales unos meses antes.
Mark Cuban’s quote when asked about trading Luka in 2020 😅
— Bleacher Report (@BleacherReport) February 2, 2025
Cuban is a minority owner of the Mavs since selling most of his stake and is no longer involved basketball operations for Dallas pic.twitter.com/7Mgc4EFozO
El contexto es mayor y lo que sabemos es lo que se puede contar: Nico Harrison, general manager, ha justificado de forma vaga y poco creíble la salida de Doncic (el dinero que le tendrían que haber pagado en verano, la forma física, la cultura...). Pero no podemos olvidar que el directivo es sólo un empleado de un ecosistema mucho mayor... en el que Mark Cuban ya no es el mandamás. A finales de 2023, Patrick Dumont y la familia Adelson (vinculados a las casas de apuestas) compraron la mayoría de las acciones de la franquicia y Cuban se quedó con una participación minoritaria y con mucha menos influencia en los tejemanejes de la entidad. Es más, ya no está involucrado en las operaciones baloncestísticas de los Mavericks. Y la decisión de traspasar a Doncic parece arbitraria y completamente ajena al rico directivo, que tiene un modus operandi muy particular (relación con los jugadores, asiento al lado del banquillo) que le hizo particularmente famoso. Pero también una lealtad muy grande a sus jugadores fetiche.
El 4 de enero de 2000, Cuban compró la mayoría de las acciones del equipo de los Mavericks de Dallas de la NBA por $285 millones a H. Ross Perot, llevando a la franquicia a un valor de 4.500 millones actualmente. En su trayectoria, amarró la estancia de Dirk Nowitzki en la entidad, convirtiéndole en la mayor estrella europea de siempre hasta la llegada de la generación actual (Nikola Jokic, Giannis Antetokounmpo....) y rodeándole de jugadores, convirtiéndole en el sistema y en un referente de la cultura de la ciudad texana. Con el alemán, los Mavs llegaron a las Finales de 2006 y ganaron el anillo de 2011. Y, en 2018, consiguieron en el draft el milagro de hacerse con los servicios de Luka Doncic, con un traspaso mediante esa misma noche que mandó a Trae Young a los Hawks. Algo que hacía presagiar una nueva era para la franquicia al menos tan exitosa como la anterior. Sin embargo, todo se ha venido abajo con una sorpresa mayúscula que ha acabado de un plumazo con la estancia de la estrella eslovena en un equipo que con Cuban presumía de cuidar a sus héroes. Pero que ya no tiene a Cuban como capitán de un barco que nada ahora por aguas inciertas.
Hay que recordar que hubo una situación muy similar, pero a la inversa, hace más de 20 años y cuando el directivo era el principal propietario y tenía todo el poder. En el verano de 2004, unos Lakers en descomposición que acababan de perder las Finales contra los Pistons buscaban salida a Shaquille O’Neal, cuya relación con Kobe Bryant estaba ya totalmente rota. En esa ocasión, fueron los angelinos los que se pusieron en contacto con los Mavericks para ofrecer al pívot, para lo que solicitaron a cambio a Nowitzki. El alemán todavía no era el jugador en el que se convertiría después, pero Cuban fue tajante en su negativa: era su estrella fetiche y era totalmente intransferible. Algo que mantuvo con Doncic cuando el esloveno llegó a los Mavericks... y que no comparten (es obvio) Patrick Dumont y la familia Adelson. Todo ello, independientemente de lo que haya podido pasar entre el base y la plana mayor de la entidad. Mientras tanto, Doncic está en Los Ángeles y la frase de Mark Cuban resuena de fondo. No es para menos.
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