Ricky y sus opciones de futuro: Barcelona, retirada, Selección…
El base español Ricky Rubio puso este jueves fin a su carrera en la NBA tras 12 temporadas. Ahora llega un futuro incierto.
Ricky Rubio se despidió este jueves de la NBA. Dijo adiós a 12 años en la mejor liga del mundo tras 698 partidos de temporada regular y tres participaciones en los playoffs por el título, dos con Utah Jazz y una con Cleveland Cavaliers, su última franquicia, a la que llegó en 2021 y con la que jugó su último partido hasta la fecha: fue el pasado 23 de abril de 2023 en el cuarto encuentro de la primera ronda contra New York Knicks.
Una inactividad dentro de las pistas que se está prolongando sine die desde que a finales de julio tomó la decisión de abandonar la concentración de España previa al Mundial para cuidar su salud mental. “Mi mente se fue a un lugar oscuro. En cierto modo, sabía que iba en esa dirección, pero nunca pensé que no estaba bajo control de la situación. Al día siguiente, decidí dejar mi carrera profesional”, escribió en el comunicado con el que anunciaba el final de su etapa en la NBA.
Ahora, y a la espera de que decida volver (“todavía estoy trabajando en mi salud mental”), solo queda especular sobre qué puerta abrirá el base para su siguiente etapa, que apunta a España. En diferentes entrevistas, Rubio ha dejado claro que desea estar en nuestro país cuando su hijo comience el colegio. “Tenemos muy claro que cuando empiece Primaria (su hijo de tres años), no quiero estirar más la carrera NBA, para no llevarlo de un sitio para otro y la opción sería volver a casa. No moverme de El Masnou e ir donde pueda ir. Escoger equipo ahora no tendría sentido pero diría que salir de Catalunya, no”, declaraba en una entrevista para Mundo Deportivo.
El Barcelona o el Joventut, sus antiguos equipos están a la expectativa. Al igual que Sergio Scariolo, la FEB y la Selección, que afrontan este verano el Preolímpico. También está la opción de la retirada para un jugador que comenzó su carrera a los 14 años de la mano de Aíto García Reneses en el Joventut y que ha quemado etapas a un velocidad infernal.
Barcelona
Ricky jugó durante tres temporadas en el Barcelona, de 2009 a 2011. Fue su última estancia en Europa antes de dar el salto a la NBA. Con los azulgranas, conquistó la Euroliga, la Liga Endesa, dos Supercopas y dos de sus tres Copas del Rey (la primera, en 2008, con el Joventut). Sería la opción más adecuada, si el base quiere mantenerse al máximo nivel y en el conjunto azulgrana no verían con malos ojos su vuelta. Este verano, MD aseguraba que su retorno estaba apalabrado para el verano de 2024… aunque todo eso fue antes de los problemas de salud mental del jugador, que salió públicamente a negar esa información.
Joventut
Rubio se formó en una de las grandes canteranas del baloncesto europeo (y mundial): la Penya. Con el Joventut, el internacional español empezó su rodar en el profesionalismo… y a romper récords de precocidad. Debutó con 14 años, 11 meses y 24 días ante el Granada en la Liga Endesa de la mano de Aíto García Reneses. Su impacto fue inmediato: ahí había magia pura. Clase a raudales. Y los de Badalona se aprovecharon para conquistar una Copa y una ULEB y ser un quebradero de cabeza para los gigantes del baloncesto español. Su vuelta a Badalona sería la forma perfecta para cerrar el círculo. The Last Dance.
Selección
El tema de España vive al margen y relacionado con su futuro en cualquier club. Los esquemas de la Selección se rompieron este verano cuando Ricky decidió parar para cuidar su salud mental. Ahora, con un Preolímpico a la vuelta de la esquina, España espera conocer los siguientes pasos del MVP del Mundial de 2019. “Ricky tiene una edad para tener todavía recorrido en la Selección”, aseguraba Sergio Scariolo, seleccionador nacional, en una entrevista para AS. “Dependerá de su voluntad, de su estado de ánimo, de sus sensaciones y sus sentimientos. De sus condiciones. He hablado con él, seguramente más que con la mayoría. Me interesaba saber cómo estaba. Hemos hablado, pero no de la Selección ni de baloncesto. Y esto será así hasta que él quiera. Llegará el momento en el que Ricky va a querer jugar. Las modalidades ya las veremos. Si los tiempos de Ricky coinciden con los nuestros para este verano, porque obviamente tendremos que tener unas deadlines, será perfecto. Si no, va a ser a la siguiente”.
Retirada
Es la opción que nadie quiere contemplar, pero que está ahí. Ricky lleva desde los 14 años de manera profesional sobre una pista. Ahora, tiene 33. Muchos años. Mucha presión para un chaval que ha tenido que gestionar mucho, como el fallecimiento de su madre, a una corta edad y en muy poco espacio de tiempo. Y que, además, ya lo ha ganado (casi) todo en el baloncesto, y que poco más tiene que demostrar. Veremos.
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