Porter: “Jugaría gratis al baloncesto mientras pudiera seguir comiendo”
Michael Porter vuelve a salirse de la línea con su visión sobre el baloncesto y cómo influye un gran salario en la manera de afrontar los partidos.
Michael Porter, jugador de Denver Nuggets, se aventura a una temporada diferente en la NBA. El alero del equipo de Colorado, que el año pasado perdió la corona de campeón en favor de los Celtics, ha crecido como profesional después de las dudas que albergó cuando llegó a la gran liga (apuntaba a número uno y fue el número catorce de su generación por culpa de una lesión de espalda que arrastró todo el primer año). No escapa, sin embargo, de la negatividad a su alrededor. Durante los últimos meses ha sido noticia en diversas ocasiones por lo que les ha ido ocurriendo a sus hermanos: Jontay fue expulsado de la Liga por apostar, pero es que Jevon fue detenido por conducir bajo los efectos del alcohol y Coban se declaró culpable de un homicidio involuntario al volante. “A mis hermanos les han pasado cosas malas. Pero tengo conmigo a 15 ó 16 hermanos aquí”, se refería ante la prensa en primavera a cómo le habían arropado sus compañeros ante tan tremendos eventos. Su progreso dentro de la cancha contrasta con una situación bastante compleja fuera de ella.
Además de que ahora ganará más protagonismo, ya que la salida de Kentavious Caldwell-Pope abre las opciones en una posición de forward (’3′-’4′) en la que estaba plenamente establecido, su desempeño no dejaba de dar buenas sorpresas. En su segunda temporada demostró por qué estaba entre los universitarios más decisivos, siendo tercero en la pugna por el premio a Jugador Más Mejorado. Las dos últimas temporadas, la del Anillo y en la que les despojaron del mismo, han marcado una gruesa línea sobre la que estabilizarse: 17 puntos, 6′3 rebotes y 1′3 asistencias, con un magnífico 40% en tiros de tres, en 30,5 minutos de media con 153 partidos de muestra. El partido en el que Denver ganó la NBA por primera vez él firmó 14 puntos y 13 rebotes.
Michael Porter, aprovechando la tranquilidad que da hablar con un ex-compañero como Austin Rivers que tanto conoce la NBA y el entorno en el que él se mueve, se ha desmarcado con unas declaraciones que han dado que hablar. El jugador, de 26 años, se ha referido en el podcast Off Guard que Rivers tiene en The Ringer a sus motivaciones para ser deportista de alto nivel. “Antes de mis lesiones habría tenido claro lo de jugar al baloncesto. Ahora es un poco diferente, a veces lo siento como un trabajo, pero me sigue gustando mucho el baloncesto. Habría jugado a este deporte gratis mientras pudiera seguir comiendo. Lo amo. El dinero nunca fue mi objetivo, fue el de ir lo más lejos que pueda siendo lo mejor que pueda. Así que honestamente, el salario a veces me lo hace complicado, lo de disfrutar del juego y eso, porque teniendo un contrato por el máximo vienen muchas expectativas sobre la consistencia: se supone que debes ir al All-Star, que tienes que hacer esto o aquello, lo que sea que quieran decir de ti”, describió su manera de encarar los partidos.
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Michael Porter es conocido por describir sin filtros sus pensamientos además de por alguna que otra polémica. Adam Silver tuvo que salir a corregir unas declaraciones suyas sobre el coronavirus en 2021, nada que ver con cuando expuso en redes sociales el teléfono y el correo del mismo comisionado durante una de las jornadas de iniciación de los novatos. En los Nuggets, deportivamente hablando, ha encontrado un hueco en el que exponer sus numerosas cualidades como jugador, soterradas por sus problemas físicos nada más llegar a la NBA y que poco a poco van floreciendo como para firmar en 2022 un acuerdo por el máximo permitido: 179x5.