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LOS ANGELES LAKERS

Mr. Basketball: Mikan, los albores del baloncesto y la primera gran estrella de la NBA

George Mikan dominó los tableros en la primera era de la NBA, la que fusionó la NBL y la BAA. Con 2,08, cambió las reglas del juego y convirtió el baloncesto en un fenómeno global.

Jugó en los Chicago American Gears (1946-1947) y en los Minneapolis Lakers (1948-1956). Ganó siete campeonatos de la NBA, la BAA y la NBA, un MVP del All-Star Game, tres títulos de máximo anotador del campeonato y jugó en cuatro ocasiones el All-Star Game. Fue elegido en 6 ocasiones en el mejor quinteto de la liga.

La NBA está celebrando su 76º aniversario. La celebración durante la temporada pasada así lo demostró, con referencias a clasificaciones constantes y con un All-Star que fue dedicado a la propia Liga. Son ya muchos los años que han pasado desde 1949, cuando se fusionaron las competiciones profesionales de la NBL y la BAA, que predominaban por aquel entonces. La primera, creada en 1937, estuvo 12 años en activo en los albores del baloncesto, con partidos prácticamente informales y equipos procedentes de ciudades que se situaban en la cercanía de los Grandes Lagos. La segunda apareció en 1946, ya finalizada la Segunda Guerra Mundial y con una intención clara de profesionalizar un deporte que los Harlem Globetrotters habían monopolizado desde 1926, cuando empezaron a mezclar sus exhibiciones en pista con énfasis en el entretenimiento.

Entonces, el baloncesto no tenía nada que ver con lo que es ahora. Menos equipos, una predominancia clara de jugadores blancos que no se empezó a solucionar hasta la década de los 50; nada de línea de tres, posesiones largas y tediosas y poco lanzamiento alejado del aro. La NBA salió directamente de la BAA, indispensable para las siglas actuales, fundada como una idea original de llenar estadios como el Madison Square Garden y completar su aforo, algo que entonces no se lograba con el boxeo y el hockey sobre hielo. Syracuse Nationals, Boston Celtics, Philadelphia Warriors y Minneapolis Lakers nacieron en la BAA y se considera que son los cuatro equipos fundadores de la NBA y, además, los únicos cuatro que siguen en activo. Los primeros residen hoy en Philadelphia bajo el nombre de los Sixers, los Warriors están situados en Golden State y los Lakers cambiaron Minneapolis por Los Ángeles en 1960. Tan sólo los Celtics mantienen el nombre y la ciudad original. Los verdes, junto a los angelinos, son también los líderes históricos de la competición con 17 anillos. Los Warriors, con 7, son los terceros. Los Sixers, a pesar de su antigüedad, se han quedado atrás con 3 y no ganan desde 1983, su último campeonato.

Fue un proceso de adaptación y de cambio. Los inicios nunca son fáciles: había ciudades que reclamaban equipos y sólo había 11 en ese momento, una cifra muy alejada de los 30 actuales, establecidos en 2004. Tampoco se disputaban 82 partidos (oscilaban en torno a lo 60 y los 70). Y no se contabilizaban ni robos ni tapones, algo que tardó mucho en darse y que en esa época no tenían cabida en las hojas de estadísticas, perdidas en el recuerdo. Tampoco hay prácticamente documentos gráficos o vídeos. Y las fotografías son escasas y repetitivas. Son los libros de historia los únicos que acogen lo que pasó entonces y lo que se originó en esa fundación y primeros años. Una época que tuvo un denominador común: George Mikan. El hacedor de la primera gran dinastía de la historia de la NBA.

Un gigante de 2,08

George Mikan nació en Joliet, Illinois de padres croatas con raíces en Vivodina, cerca de Karlovac. Ya alto desde pequeño, se destrozó una rodilla en su infancia que le mantuvo año y medio postrado en la cama. Por mucho que jugara al baloncesto en sus ratos libres, no practicó deporte como tal hasta bien entrado en su adolescencia. Paul Mattei, máximo responsable del departamento de deportes de la universidad De Paul, acudió para ver un partido en el que se enfrentaban Quigley (el Seminario del Arzobispazgo al que pertenecía Mikan) y St. Leo’s, uno de los equipos de formación más fuerte del estado. Y aquel muchacho imberbe, larguirucho y con gafas, fue el encargado de salirse: 24 puntos y victoria. Mattei le ofreció a Mikan ingresar en la Universidad de DePaul, algo que el pívot no contó a sus padres, que se enteraron meses después por la prensa.

En su camino se cruzó Ray Mayer, un entrenador novato, de apenas 28 años, que fue también responsable de que Mikan cambiara el baloncesto. Se suponía entonces, cuando no se sabía nada de este deporte, que cuanto más alto peor jugarías, pero Mikan hizo de sus 2,08 una virtud para ser un auténtico finalizador cerca del aro y desarrollar un gancho letal, capaz además de ejecutar con ambas manos gracias a los entrenamientos con Mayer. Además, los primeros cambios en las reglas llegaron con él, ya que se tuvo que prohibir atajar un balón en trayectoria descendente y meterlo dentro del aro, una regla que sigue vigente actualmente y que Mikan aprovechaba cuando era legal. Su altura provocaba que los defensores hicieran una zona total en torno a su figura para que no recibiera el balón, por lo que el pívot utilizaba esa táctica cuando uno de sus compañeros lanzaba. Al fin y al cabo, no tenía ni que levantar los brazos para ser más alto que los demás.

Campeón en todos los lados

Mikan llegó a la NBL en 1946. Lo hizo tras abandonar la universidad completado el ciclo de cuatro temporadas y un currículum envidiable: Mejor Jugador de la NCAA en dos ocasiones, tres veces nombrado All-American y un título NIT para DePaul siendo nombrado mejor jugador de dicho torneo tras anotar 120 puntos en 3 partidos, incluidos 53 a la Universidad de Rhode Island, los mismos que sus rivales anotaron de forma combinada en dicha final, en la que los de Mikan se impusieron por 97-53. Tras sus permanentes exhibiciones, Chicago American Gears se hizo con sus servicios. Disputó con ellos 7 partidos promediando algo más de 16 puntos por noche y participando en la consecución del título frente a Rochester Royals, a los que vencieron por 3-1. Tras ello, el propietario de los Gears quiso sacar al equipo de la competición para que recalara en otra que apenas duró un mes. Los jugadores se tuvieron que repartir entre los 11 equipos que quedaban en la NBL. Y Mikan llegó a Minneapolis Lakers, el lugar en el que se forjó su verdadera leyenda.

Mikan, con su habitual número 99
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Mikan, con su habitual número 99BettmannBettmann Archive/Getty Images

Los Lakers vencieron en 1948 a los Royals en las Finales, repitiendo el 3-1 con el que los Gears se habían impuesto el año anterior. Precisamente Royals y Lakers se fueron el curso siguiente a la BAA, competición entonces rival, junto a Fort Wayne Zollner Pistons e Indianapolis Kautskys. Y volvieron a ganar el título (4-2 a los Capitols con más de 30 puntos de promedio de Mikan, que se lesionó durante la serie sin que ello le importara), que se considera el último de dicha Liga y también el primero de la NBA, ya configurada al final de la temporada al fusionarse ambas empresas. Mikan, por lo tanto, ganó en todos los lados: en la NBL, en la BAA y en la NBA. El pívot se hizo famoso hasta niveles inusitados, permitiendo que el baloncesto se convirtiera en uno de los deportes más seguidos de Estados Unidos y siendo su imagen publicitada hasta niveles extremos. En el Madison, en un duelo entre Lakers y Knicks, se anunció diciendo “Mikan juega ante los Knicks”. Sus compañeros de equipo ni siquiera se cambiaron: “Han dicho que juegas sólo tú contra los Knicks, así que sal y juega. Nosotros te esperamos aquí”.

Se forja la dinastía

El primero de los 17 anillos de los Lakers fue en 1949, pero con la NBA ya definitivamente configurada llegaron cuatro más: en 1950, , 1952, 1953 y 1954. Sólo se escapó el de 1951, cuando los Royals se impusieron a los Knicks en unas finales vibrantes (4-3) y se vengaron de las derrotas ante Mikan (que se rompió la pierna en la serie en la que los Lakers fueron eliminados) en el pasado más reciente. Los Lakers dominaron la Liga con muño de hierro durante ese tiempo, en el que se instauró la estadística de los rebotes (inexistente hasta entonces) en la 1950-51, cuando Mikan se fue a 14,1, segundo tras los más de 16 de Dolph Schayes, otro gran pívot de la época, ligado primero a los Nationals y luego a los Sixers, un mismo equipo con distinto nombre. Sí lideró la competición en ese aspecto en las dos temporadas siguientes, además de liderar en anotación durante tres años consecutivos, el primero de ellos todavía en la BAA.

Los cambios en la normativa fueron una constante en la carrera de Mikan. Danny Biasone, propietario de los Syracuse Nationals, fue uno de los promotores de que se estableciera el reloj de posesión y los 24 segundos se fijaron en 1954. Muchos recordaron como los equipos que iban por delante mantenían la posesión cuando iban por delante y sólo se les podía frenar con faltas, lo que hacía que los partidos se eternizasen. Mikan estuvo en uno de ellos: en la 1950-51, en un partido de los Lakers ante los Pistons, el resultado se puso 19-18 ante el equipo de (entonces) Fort Wayne. Desde ese momento, no volvieron a atacar: por miedo a Mikan, que anotó 15 de los 18 puntos de su equipo (un 83,3% del total), se dedicaron a pasarse el balón de forma interminable hasta que el partido acabó. Una anécdota más para un jugador que no fue la única regla que vio cambiar, ya que en la 1951-52 se cambió la regla de los 3 segundos en la zona, provocando que la zona de sanción (de 1,80 metros) fuera más grande (pasó a 3,60). El objetivo era que los pívots jugaran más lejos... y se consiguió. Mikan vio mermados entonces sus números en anotación, pasando a 23,8 esa temporada, sin el título de máximo anotador y bajando del 40% en tiros de campo. Pero siguió ganando: ese título y los dos siguientes.

Un legado eterno

Con más de 10 huesos rotos y la necesidad de recibir hasta en 16 ocasiones puntos de sutura, Mikan se retiró con 30 años recién cumplidos. Adujo que era para estar con la familia y retornó un año después, pero no era el de antes y se quedó en números de algo más de 10 puntos y 8 rebotes, sin la explosividad ni el salto vertical de antaño. Los cambios constantes de reglas precipitaron el final del primer gran jugador histórico de la NBA, que formó parte de la primera gran dinastía en una plantilla que compartió con nombres como los de Vern Mikkelsen, Jim Pollard, Slater Martin o Clyde Lovellette. Con el mítico John Kundla en el banquillo, los Lakers dominaron los albores de la NBA y establecieron para siempre el nombre de una franquicia que siguió sumando anillos después, en el traslado a Los Ángeles, y que es hoy en día una de las organizaciones más rentables del mundo.

Junto a George Mikan y Kareem. Shaquille no tuvo miedo en asumir el reto de ser el nuevo gran pívot de una franquicia que había tenido a los mejores. Lo logró.
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Junto a George Mikan y Kareem. Shaquille no tuvo miedo en asumir el reto de ser el nuevo gran pívot de una franquicia que había tenido a los mejores. Lo logró.

Mikan se retiró con 7 campeonatos entre la NBL, la BAA y la NBA. Fue MVP del All Star Game (que disputó en 4 ocasiones( de 1953, estuvo en 6 ocasiones en el Mejor Quinteto y fue elegido MVP de la NBL en 1948. Escogido entre los 50 mejores jugadores de la historia en 1996, fue también recordado el curso pasado al ingresar en el top 75 con motivo del aniversario. Tras su retirada, pasó brevemente por el Partido Republicano y fue el primer comisionado de esa ABA que tantos problemas dio a la NBA en los 70. Allí instauró la línea de tres puntos y el balón tricolor, más patriótico bajo su punto de vista al representar la bandera de Estados Unidos. En 1969 se retiró de la vida pública, pero aún tuvo tiempo para, entre bambalinas, ser uno de los potenciadores de la creación de los Timberwolves y que regresara así a Minneapolis una franquicia de la NBA, huérfana de ella desde que los Lakers se habían trasladado a Los Ángeles.

El legado de Mikan es eterno. El primer gran jugador histórico, fue el pívot por antonomasia y se retiró con 11.764 puntos, con una media de 22,6, a lo largo de su trayectoria profesional, retirándose como líder histórico de anotación. Uno de los pioneros del baloncesto moderno, luchó contra la poca pensión que los jugadores retirados antes de 1965 recibían de la NBA (unos 1.700 dólares), una pelea que no vio terminar tras fallecer en 2005, tras largos años de lucha contra la diabetes. Con una estatua en el vestíbulo del Target Center y una banderola en lo alto del Crypto Arena, es también histórica la foto que Mikan se hizo junto a Kareem Abdul-Jabbar y Shaquille O’Neal en 1996, tras la llegada de éste último a los Lakers. Sus métodos de entrenamiento siguen vigentes hoy en día y su apodo, el de Mr. Basketball, es igual que su figura, parte intrínseca de la historia de la NBA. El primer gran pívot. El primer gran jugador. La primera superestrella. Toda una leyenda.

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