Los Pistons son el gran abismo
Otra derrota esperpéntica y 23 seguidas ya para un equipo que bate récords negativos. Derrota histórica (-53) de los Hornets en su pista.
No hay manera, y tampoco este back to back (viernes en Philadelphia, sábado en Milwaukee) anunciaba noticias felices para unos Pistons que perdieron en Wisconsin (cómo no: 146-114) y apilan ya 23 derrotas seguidas. Todo lo que han jugado desde el 28 de octubre, hade más de mes y medio. Ese día, suena ahora a sarcasmo cruel, estaban en positivo (2-1). Desde ahí, al actual 2-24 que (7% de victorias) supone ritmo de firmar la peor regular season de siempre. Las 23 derrotas consecutivas se acercan a otra página negra de los libros de historia: suponen la quinta peor cifra de siempre, pero la segunda en una misma temporada (26 de Sixers y Cavs y estas 23 que también sumaron Grizzlies, Bobcats y Nuggets). A caballo entre dos temporadas hay marcas de 24 y, la peor de todas, 28: los Sixers entre la 2014-15 y la 2015-16.
A los Pistons les quedan seis partidos para acabar 2023. Si los pierden todos, batirán el récord absoluto (llegarán a 29). Si pierden los cuatro siguientes, el de una misma temporada (a 27). Mañana tienen partido en Atlanta y el jueves reciben en Detroit a otro de los peores equipos de la NBA, Utah Jazz, un día que pueden marcar en rojo en el calendario. Porque después hay doblete con los Nets, visita a Boston y partido en casa contra los Raptors. Y para abrir 2024, gira de cuatro partidos por el Oeste...
Los Bucks ganaban 32-17 en nueve minutos, 43-20 en un primer cuarto en el que Damian Lillard llegó a enlazar trece puntos seguidos y 54-24 al poco de iniciar el segundo parcial. La cosa estaba tan clara que Thanasis Antetokounmpo entró ya en pista antes del descanso cuando normalmente solo lo hace en los últimos minutos de los partidos sentenciados: este ya lo estaba. Su hermano Giannis solo jugó 26 (22 puntos, 8 rebotes, 6 asistencias sin pisar el acelerador) y Lillard, 30 (33 puntos, 5 asistencias). Bobby Portis anotó 31 puntos frente a unos Pistons que perdieron de 32 en Philadelphia y, 24 horas después, de 32 en Milwaukee. Y en los que al menos Cade Cunningham mejoró (no era difícil) con respecto a la derrota anterior (esta vez, 25 puntos y 6 asistencias) y Bojan Bogdanovic acabó con 24 puntos. Sigue un desastre histórico, bochornoso, que parece (¿inevitablemente?) a días de establecer un hito muy triste. Lo otro, enderezar la situación al menos mínimamente, va (otra vez) para más largo. Pero algo habrá que hacer, ¿no?
Joel Embiid aplasta a los Hornets
El equipo que mira de reojo lo que hacen los Pistons para ver si les quitan alguno de sus récords (el de 26 -compartido-, el de 28) es Philadelphia 76ers. Que, por lo demás, está a otras cosas: 82-135 en Charlotte, un descomunal +53 que supone la peor derrota en la historia de unos Hornets acribillados y que están entre los peores de la NBA por buenas razones (las lesiones tampoco ayudan: 7-17 ahora). Es un 18-7 para unos Sixers que tenían cuatro partidos que parecían el paso por un balneario (Wizards, doblete contra los Pistons, Hornets) y los han saldado sin patinazos y con una media en las cuatro victorias de +37. Joel Embiid no tuvo que jugar en el último cuarto por novena vez en los 22 partido que ha disputado. Incluso sin esos minutos, acabó con 42 puntos, 15 rebotes y un 18/23 en tiros. Y marcha en números de promediar 34 puntos, 12 rebotes y 6 asistencias. En el descanso la ventaja ya era de 29 puntos y en el tercer cuarto superó los 40. Una paliza de cabo a rabo.
Jimmy Butler sentencia a los Bulls
En Miami, Jimmy Butler puso la rúbrica a otro de esos triunfos que los Heat van apilando mientras esperan el regreso de Tyler Herro y Bam Adebayo. Contra su exequipo, Chicago Bulls, anotó una preciosa suspensión sobre la bocina (118-116) después de rebotear el fallo de Nikola Vucevic, que quizás se precipitó con tiempo de posesión por delante.
Los Bulls (mucho más competitivos desde que se lesión el traspasable Zach LaVine) habían volteado el partido en el último cuarto, en el que convirtieron una desventaja de 10 puntos en una ventaja de tres (108-111). Ya en el último minuto, fallaron dos veces con +2 (114-116), antes del error final de Vucevic. Butler acabó con 28 puntos, Caleb Martin con 17 y el excelente rookie Jaime Jaquez Jr con 18, rebotes y 4 asistencias. En los Bulls, 27 puntos de DeMar DeRozan, 22 con 7 rebotes y 5 asistencias de Coby White y 25+7+4 de Patrick Williams. 10-17 para ellos por el 15-11 de los Heat.
También en el Este, los Cavs ganaron (127-119) a unos Hawks en un momento pésimo y se permitieron una sonrisa en un momento muy difícil. Rompieron una racha de tres derrotas (14-12 ahora) durante la que se han quedado para el largo plazo sin Darius Garland y Evan Mobley. Entre esas lesiones y los rumores sobre el futuro de Donovan Mitchell, las aguas bajan revueltas en Ohio, pero los Cavs se tranquilizaron en una primera parte en la que mandaron por hasta 23 puntos y en la que volvieron a lo más básico, defender y ponerse en manos de Donovan Mitchell. El escolta anotó 22 puntos y repartió 13 asistencias conectando con Jarrett Allen (25 puntos, 14 rebotes). En los Hawks, 35 puntos y 10 asistencias de Trae Young no salvaron a un equipo que defiende muy, muy poco. Y menos sin el lesionado Clint Capela.
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