Los felices 400 de Luka Doncic

Con 25 años y 42 días, Luka Doncic jugó su partido 400 en la NBA. En la sexta temporada, la segunda en la que llega a 70 partidos (y la primera desde el curso rookie) y otra en la que ha evitado lesiones de primera magnitud: siempre ha estado en al menos 61. El genio de Liubliana ha disputado cinco all star en seis años (todos menos el de su debut) y va a entrar también por quinta vez consecutiva en el Mejor Quinteto. Y eso en el año en el que de verdad se ha metido en la pelea por el MVP. Parece que Nikola Jokic (sería el tercero para él, ya palabras mayores) tiene la pole position, pero en Doncic se han unido, a diferencia de la temporada pasada, su excepcional rendimiento individual con el despegue de los Mavericks, que han pasado de 50 victorias y van a acabar en el top 5 del Oeste.

Ese repunte de los texanos llegó, sobre todo, en el último tercio de la temporada y después de los movimientos previos al cierre de mercado, con las llegadas de Daniel Gafford y PJ Washington. Quizá algo tarde, porque puede que Doncic remara ya desde my atrás en lo que se refiere a la carrera por el MVP. Incluso así, el esloveno mantiene opciones y parece en una puja igualada en la que ha adelantado a Shai Gilgeous-Alexander y en la que solo lo superar un Jokic que una vez más está jugando a un nivel fabuloso y está a punto de acabar otra vez primero del Oeste con sus Nuggets.

Doncic promedia 33,9 puntos, 9,2 rebotes y 9,8 asistencias. Va a ganar el premio de Máximo Anotador por primera vez, es segundo en asistencias solo por detrás de Tyrese Haliburton y segundo en triples convertidos en una estadística en el que le gana, únicamente, el inalcanzable Stephen Curry. Solo ellos dos promedian más de cuatro por partido. En toda la historia de la NBA, el único jugador que promedió al menos 30 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias con su equipo por encima de las 50 victorias y no fue elegido MVP es LeBron James (temporada 2005-06). Doncic puede ser (tiene pinta de que va a ser) el segundo dentro de apenas unos días. Sus compañeros han defendido su candidatura, incluidas camisetas con el mensaje “pravi MVP”, el verdadero MVP en esloveno. Pero su nivel de esta temporada va incluso más allá de ese baremo y se mira en el espejo de datos históricamente importante.

Nadie crea más puntos (entre anotación y asistencias) que él: 57,2 por partido. Su cifra de puntos, rebotes y asistencias sumada es la mayor desde el merger, la unión de ABA y NBA en 1976. Solo está por detrás (52,9) de un curso de 57,4 de Wilt Chamberlain. Y va a ser el séptimo que se mete en el top 20 en puntos, rebotes asistencias y robos de una temporada completa. Es el sexto jugador de la historia que pasa en una temporada de 2.300 puntos, 600 rebotes y 600 asistencias, algo que solo habían hecho Russell Westbrook, Michael Jordan, John Havlicek, James Harden y Oscar Robertson (dos veces). Y es el máximo anotador de la NBA si se aíslan los partidos contra las diez mejores defensas de la temporada: unos brutales 36,1 puntos que dejan muy atrás los 33,7 de Joel Embiid. Seguramente por eso Stan Van Gundy acaba de decir que es el mejor jugador de ataque ha visto en toda su vida: “Si se aisla solo el ataque sí, nunca he visto a nadie como él”.

Unos 400 como los de Oscar Robertson

Desde que comenzó 2024, y en rumbo a este enorme final de temporada de unos Mavs (dos de las tres últimas temporadas por encima de 50 victorias, quinto título de División de su historia) posicionados como aspirante (wildcard tal vez, pero aspirante) al anillo, Doncic ha subido varios escalones en un nivel que ya era excelso: 35,1 puntos, 9,4 rebotes y 10,1 asistencias de media desde Año Nuevo. Eso incluye, por ejemplo, un 37,1+8,9+11,1 en enero o el 32,5+10,1+10,1 que lleva en abril. Está en los mejores números de su carrera en puntos, asistencias, robos, porcentajes de triples y tiros libres… y también en minutos (37,5), algo a tener en cuenta de cara a los playoffs (arrancarán contra los Clippers) y si se suman sus molestias recurrentes en una pierna.

En el partido en Miami contra los Heat, Doncic alcanzó los 400 desde que debutó en 2018 tras ser elegido con el número 3 del draft por Atlanta Hawks y traspasado a los Mavs a cambio de Trae Young y una elección de primera ronda que acabó siendo Cam Reddish. Sus promedios totales en regular season son 28,7 puntos, 8,7 rebotes y 8,3 asistencias. Y acaba de batir también el récord de puntos en una temporada de un jugador de los Mavs, en posesión hasta esta semana del inolvidable Mark Aguirre (2.330) desde la temporada 1983-84. “Es importante porque está es la franquicia que me eligió, que me dio las llaves”, aseguró un jugador que en su carrera suma 23 cuartos de al menos 20 puntos y 10 medios tiempos de al menos 25, rebotes y 5 asistencias, más del doble que cualquier otro jugador desde que se registran estos datos (1996). Nadie ha promediado 33+9+9 en una temporada completa y es el líder del curso en partidos de más de 35 y más de 40 puntos. Y todo al frente de un equipo que tiene la mejor defensa de la NBA desde el parón del All Star y con el cambio al quinteto titular en el que forma con Kyrie Irving, Derrick Jones Jr, PJ Washington y Daniel Gafford.

Volviendo a esos 400 partidos redondos, se une a Oscar Robertson, el eterno Big O, como los únicos con 10.000 puntos, 3.000 rebotes y 3.000 asistencias en sus primeros 400 en la NBA. Sea o no MVP, en un año crucial mientras aterriza en el tramo central de su carrera NBA, Doncic ha dado otra zancada salvaje y, todavía más importante, su equipo la ha dado a su ritmo y con un bloque mucho más duro y preparado para el baloncesto de playoffs. Un líder de verdad entre los dos o tres favoritos al MVP y un equipo de verdad entre los cuatro o cinco con más opciones de ganar el título. Y con unos números, Luka Doncic, que se apilan en un currículum que ya es histórico… con 25 años recién cumplidos. Un jugador único.

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