LeBron también abandona a Kyrie
Nike abandona al jugador, LeBron habla claro y de forma muy crítica y ESPN asegura que el propietario de los Nets se siente “traicionado repetidamente” por el arrinconado base.
Después de otra derrota de los Lakers, esta contra Utah Jazz, LeBron James puso otro clave en ese ataúd en el que se ha convertido la imagen pública, y veremos si también definitivamente la carrera deportiva, de Kyrie Irving: “No apruebo ningún tipo de odio. A nadie, a ninguna raza. Lo que Kyrie ha hecho ha sido doloroso para mucha gente, así que no puedo respetar eso. Si promueves o expresas cosas que hacen un daño así a los demás, no lo puedo respetar”.
No es poca cosa. Primero, porque aunque sea un mensaje cuyo contenido debería considerarse en los mínimos de decencia y empatía que deberían (deberían) regir el mundo, son también palabras que los jugadores de la NBA, a nivel individual y a través de su sindicato, habían evitado pronunciar. La asociación de jugadores (NBPA) no citó a Kyrie, su vicepresidente, en su comunicado. Kevin Durant, su compañero y amigo al menos hasta donde se sabe, se metió ayer en otro lío mediático por querer pasar de puntillas por un asunto sobre el que estrellas como Devin Booker dijeron no estar muy enteradas. Hasta Steve Kerr, cuya voz ha atronado en otros asuntos sociales, evitó dar una respuesta franca. Contra eso, al menos, LeBron ha enviado un mensaje claro y con nombre y apellido. Otro detalle importante.
Además, y ante la especulación de si los Lakers podrían tratar, a pesar de todo, de ir a por Kyrie en su estado de desesperación deportiva y a pesar de los pesares, esta comparecencia de LeBron parece despejar completamente la incógnita. La reunión del dúo del milagro de los Cavs en 2016 (el anillo de 2016 contra los Warriors) parece más lejos que nunca, si es que alguna vez ha estado realmente cerca. Tampoco era probable que los Lakers fueran a moverse en todo caso, por una cuestión básica de imagen (y ojalá que de decencia) y porque, además, hay figuras de la comunidad judía en la propiedad de la franquicia. La jugada no parecía en ningún caso posible, no ahora y en la crítica situación en la que Kyrie se ha puesto a sí mismo.
Nike también abandona a Kyrie Irving
Horas antes de que jugaran los Lakers, y de que LeBron compareciera ante la prensa, cayó otra de las piezas del dominó: la ruptura de Nike con Kyrie. Un movimiento que se había hecho inevitable tras la suspensión de los Nets y el fuerte tirón de orejas de Adam Silver a un jugador enrocado, que se enredó con contenidos antisemitas y se pasó una semana sin disculparse, y con momentos de actitud muy arrogante, hasta que por fin expresó su arrepentimiento… cuatro horas después de esa suspensión, que le apartará de los Nets “al menos cinco partidos”. Ya ha cumplido uno... y los Nets lo han ganado. Eso supone alrededor de 1,2 millones que perderá Kyrie de su sueldo (36,9 por la player option que ejecutó a falta de oferta de extensión). Y supone, según los informadores cercanos a la situación, la posibilidad real de que el castigo se alargue y de que los Nets se hayan cansado, definitivamente, de los dolores de cabeza que implica tener a un jugador de talento excepcional pero imposible de encajar en la dinámica del equipo.
Nike anunció que suspendía, también, su contrato con Kyrie. Y lo hizo sin escatimar críticas: “En Nike no hay lugar para los discursos de odio. Condenamos toda forma de antisemitismo. Estamos profundamente dolidos por esta situación y el impacto que está teniendo”. Kyrie tenía contrato con la marca de Oregón hasta octubre de 2023. En tres días, además, iba a salir al mercado la nueva zapatilla de su línea, una Kyrie 8 cuya salida al mercado ha sido obviamente abortada. Otro varapalo económico para el jugador, que tiene su propia línea en Nike desde 2014, la segunda más exitosa de la firma después de la de LeBron. Ahora está por ver si Nike pide a los jugadores que llevan los anteriores modelos de Kyrie, que no son pocos, que dejen de hacerlo en las canchas de la NBA.
Los Nets, de la paciencia a la traición
Ayer, además, dos pesos pesados de ESPN (Adrian Wojnarowski, Ramona Shelburne) han publicado un extenso artículo en el que dan contexto al estado de las cosas y a la extrema tensión vivida en los últimos días en el seno de los Nets. Según esta información, el propietario Joe Tsai trató de aguantar al máximo, de ganar tiempo pese a las críticas que arreciaban para intentar que Kyrie se disculpara, que hubiera un reconocimiento de su error y una salida más saludable para este feísimo asunto. Cuando el jugador siguió perdiendo ocasiones de arreglar las cosas y mostrándose obtuso ante los micrófonos, llegó la suspensión. Y el hastío: Shelburne y Wojnarowski dicen que Kyrie no respondió a ni uno de los mensajes que le envió Tsai y aseguran que toda la comunicación con él esta temporada ha sido a través de su agente, y pareja de su padre, Shetellia Riley. Tsai se ha sentido “traicionado repetidamente” por Kyrie Irving. Y el vestuario acabó decepcionado el partido contra los Bulls, una derrota en la que el base, al que vieron “en otro mundo” y “desconectado”, no metió una sola canasta hasta el último cuarto.
En todo caso, hay un camino de regreso, para Kyrie, al menos en teoría. Su agente recibió un email en el que se explicitan lo que los Nets habían definido cuando anunciaron la suspensión como “medidas objetivas que afronten el dañino efecto de su comportamiento”. Es decir, cosas concretas que Kyrie tiene que hacer para que se plantee el fin de la suspensión y su vuelta al equipo. Son estas: un comunicado público en el que reconozca que la película sobre la que posteó en Instagram es antisemita; Una disculpa por haberla apoyado y un reconocimiento de que contiene datos que son en realidad falsedades; Sesiones de trabajo sobre el peligro de los discursos de odio y, como aseguró también el general manager Sean Marks ante la prensa, reuniones con los líderes de la comunidad judía en Brooklyn.