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NBA | DRAFT 2022

La NBA drafteó a un bebé, a Carl Lewis, a un farmaceútico...

A lo largo de sus 75 años de historia, la NBA ha dejado muchísimos momentos inolvidables. También algunos que parecen ficción. Estos son los más increíbles en las noches de draft.

La NBA drafteó a un bebé, a Carl Lewis, a un farmaceútico...
David MadisonGetty Images

La NBA, que esta temporada ha cumplido 75 años, ha cambiado mucho a lo largo de una historia llena de momentos ilustres… y de otros francamente extraños: divertidos, histriónicos, realmente curiosos. También en una de sus citas más trascendentales y emblemáticas como es la noche del draft, que ha ido dando giros hasta llegar a su formato actual. Y que ha pasado por momentos inolvidables por verdaderamente particulares. Como estos seis:

EL DRAFT DE LOS CROMOS (CLEVELAND CAVALIERS, 1970). No fue un jugador concreto, sino el sistema. En 1970 la NBA sumó tres equipos en Portland, Buffalo y Cleveland. Como se solía hacer con las expansiones, estos creaban sus plantillas gracias a un draft especial en el que sacaban jugadores del resto de equipos. Cada uno podía proteger siete que pasaban a ser intocables. Los demás estaban disponibles. En Cleveland, el entrenador Bill Fitch y el asistente Jim Lessig solo tenían 48 horas para preparar ese draft. No tenían ninguna ayuda de la informática, ni vídeos los jugadores. Su solución hoy suena a broma, pero sucedió de verdad: inspirados por el hijo de Lessig, que coleccionaba cromos de béisbol que conseguía en los paquetes de chicles, fueron a una tienda y compraron todos los cromos de baloncesto que había. Los desparramaron sobre la cama y fueron eligiendo y descartando jugadores así. ¿Cómo les fue? Pues comenzaron la primera temporada de la franquicia, 1970-71, 0-15 y 1-27 después de 28 partidos. Y acabaron 15-67.

JAMES WILLIAMS (ATLANTA HAWKS, 1974). El draft de 1974 tuvo diez rondas y se eligieron 175 jugadores. Era una NBA con 18 equipos, uno de ellos Atlanta Hawks, un clásico que en 1968 hizo su último traslado, de St Louis a Atlanta. Y que seis años después quiso hacer la que seguramente sea la elección de draft más extraña de la historia. Pat Williams, un histórico directivo que pasó también por Bulls, Sixers y Magic, solo fue general manager de los Hawks un año. En su draft y ya en la última ronda, la décima, anunció la elección de James Williams. Cuando desde las oficinas de la NBA le pidieron más información porque no sabían quién era ese jugador, respondió: “Juega en el Hospital de Piedmont, en Atlanta. Mide 49,5 centímetros y pesa 3,4 kilos”. Era su hijo, que había nacido esa misma mañana. La NBA prohibió la elección al momento, obviamente, y los Hawks eligieron al alero Brendy Lee, de Nebraska, que no llegó a debutar en la NBA.

BRUCE JENNER (KANSAS CITY KINGS, 1977). Bruce Jenner, que cambió de género y hoy es Caitlyn Jenner, es una personalidad televisiva conocida por formar parte del universo Kardashians. Es padre de Kendall y Kylie Jenner, hermanastras por parte de madre de Kourtney, Kim y Khloe Kardashian. En los Juegos Olímpicos de 1976, en Montreal, Bruce Jenner ganó la medalla de oro y batió el récord del mundo de decatlón. Su excelente actuación le dio fama mundial y, como había destacado en varios deportes, los Kings lo seleccionaron en la séptima ronda de 1977 (pick 139). Claro que para entonces tenía 28 años, no había jugado al baloncesto desde el instituto y medía apenas 1,88. Nunca se planteó dar el salto a la NBA, claro, pero los Kings le sacaron provecho comercial con la ‘noche de Bruce Jenner’ en la que regalaron a los aficioandos que fueron al pabellón cajas de cereales Wheaties con la imagen del atleta vestido con la indumentaria de los Kings.

LUSIA HARRIS (NEW ORLEANS JAZZ, 1977). El número 137 del draft de 1977, en sexta ronda y a cargo de New Orleans Jazz, fue elegido como el pick más raro de la historia del draft en una votación organizada por la NBA. La elegida fue Lusia Harris, una leyenda que falleció en enero y que fue una pionera que ganó tres campeonatos nacionales en Delta State, anotó los primeros puntos del baloncesto femenino olímpico (Montreal 1976) y fue la primera mujer afroamericana en el Hall of Fame (1992). Fue la primera mujer elegida en el draft de la NBA. Antes, en la decimotercera ronda de 1969, San Francisco Warriors había intentado draftear a Denise Long, leyenda de Iowa que se sentía capaz de jugar en la NBA. Pero el comisionado Walter Kennedy anuló el pick porque vio claro que los Warriors solo querían fanfarria mediática. La única mujer seleccionada después fue Lusia Harris (1,91 de altura), con aquel número 137 en 1977. El general manager de los Jazz poco antes de la mudanza a Salt Lake City, Lewis Schaffel, presumió de golpe publicitario (otra vez) y poco más. Lusia ni se presentó al training camp porque sabía que no tendría una oportunidad real y, se supo después, también porque estaba embarazada.

NORMAN HORVITZ (PHILADELPHIA 76ERS, 1983). En el draft de 1983, en décima ronda y con el pick 227, los Sixers que acababan de ser campeones con un equipo legendario (Julius Erving, Moses Malone, Maurice Cheeks, Andrew Toney, Bobby Jones…) eligieron a Norman Horvitz. Nadie sabía quién era. Había estudiado en la Escuela de Farmacia de Philadelphia, que no tenía un equipo de baloncesto que fuera conocido por los ojeadores de la Liga profesional ni nada parecido. Además, tenía 49 años y medía menos de 1,60. Resultó ser un farmacéutico amigo y compañero de timbas de póquer del dueño de los Sixers, Harold Katz, que decidió gastar una broma pesada a su compadre. La NBA tuvo fácil anular la elección porque la elegibilidad de Horvitz había acabado con el final de su etapa universitaria… en 1957.

CARL LEWIS (CHICAGO BULLS, 1984). Uno de los mejores draft de la historia de la NBA: Hakeem Olajuwon, Michael Jordan, Charles Barkley, John Stockton… y Carl Lewis. Uno de los grandes atletas de la historia, Lewis se convirtió en un mito en Estados Unidos tras sus cuatro medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles. Antes, los Bulls hicieron en el draft de ese 1984 la mejor elección (obviamente) de su historia, Air Jordan, y también la más estrambótica: Lewis, por entonces el ser humano más rápido del planeta. Fue en la décima ronda y con el pick 208. El atleta también había sido drafteado, apenas unos meses antes, por Dallas Cowboys en la NFL. Todavía no había llegado su consagración olímpica, pero ya era una estrella en Estados Unidos por sus hazañas en las pistas de atletismo con la Universidad de Houston. Tenía 22 años, y no había jugado nunca al baloncesto, ni siquiera en el instituto. No llegó a hablar con los Bulls, pero disfrutó de la experiencia: “Es algo que le sucede solo a un puñado de afortunados”. Luis acabó ganando nueve oros y una plata olímpica entre 1984 y 1996, así que no se equivocó cuando dejó pasar la oportunidad de probar suerte junto a Michael Jordan.