La legión francesa arranca bien
Risacher, Sarr y Salaun, los tres galos que entraron en el top 7 del último draft (incluidos los picks 1 y 2), han brillado en su puesta en escena.
El baloncesto francés tiene muchos motivos para el optimismo. Viene de un verano en el que ha sumado dos medallas de plata olímpicas, en categorías masculina y femenina y tras dos finales en las que los equipos galos hicieron sufrir a versiones a priori intocables del Team USA, la masculina que lideraban Stephen Curry, Kevin Durant y LeBron James, la femenina que apila 61 victorias seguidas (y ocho oros consecutivos) en el torneo olímpico (desde el 5 de agosto de 1992).
No solo eso, claro: Victor Wembanyama fue elegido Rookie del Año en la NBA después de una primera temporada en la que cumplió, e incluso superó, unas expectativas que estaban disparadas, en niveles históricos. El pívot total de 20 años y 2,24 dejó claro que lo tiene todo para ser, como se espera de él desde hace años, el gran dominador del baloncesto mundial (incluidos los torneos de selecciones…) para los próximos años. Un jugador que puede cambiar su deporte para siempre.
Con él, ha ido llegando a la NBA la siguiente generación de jugadores franceses, un perfil de jugadores que por físico y potencial está recibiendo elecciones muy altas de draft en los últimos años: Ousmane Dieng (pick 11 en 2022), Bilal Coulibaly (7 en 2023)… y la explosión de 2024 con Zaccharie Risacher en el 1, Alex Sarr en el 2 y Tidjane Salaun en el 7. Tres jugadores en el top 10, dos números seguidos… y un candidato claro al top 5 de 2025, el explosivo base Nolan Traore.
Si con Wembanyama no había dudas y era uno de los números 1 de draft más cantados y esperados de toda la historia, la cosa es distinta con esta generación de 2024. El pasado quedó considerado como un draft de perfil muy bajo, sin claras estrellas a priori (después habrá que ver qué pasa en las pistas) y con elecciones en el top 5 que, consideraban los expertos, no serían ni lottery picks (top 14) en años más cargados de (insisto: a priori) talento joven.
Con es sambenito, y las dudas que quedaron después de algunas actuaciones muy discretas en la Liga de Verano de Las Vegas, el inicio de la pretemporada ha sido muy positivo, incluso un golpe de reivindicación, para esta nueva camada francesa en la NBA. Empezando por el número 1, un Zaccharie Risacher que se estrenó con Atlanta Hawks en un triunfo lucido contra Indiana Pacers (131-130). Los principales jugaron menos de 24 minutos (Trae Young produjo 17 puntos y 6 asistencias y Jalen Johnson 19 y 10 rebotes), y fue Risacher la mejor noticia desde el banquillo: en 23 minutos, 18 puntos, 3 rebotes y 2 asistencias, un 7/9 en tiros totales con un 3/4 en triples. Sobre todo, el alero se mostró cómodo, suelto; manejó la bola, se buscó posiciones abiertas de tiro, acabó penetraciones, dio pases de fantasía... un arranque muy prometedor para un número 1 de 19 años y bajo la lupa (cuál no lo ha estado) del que su entrenador, Quin Snyder, dijo que eran “un chico especial con verdadera pasión por el baloncesto”.
En su segundo partido, Risacher confirmó sus buenas sensaciones y, sobre todo, volvió a parecer un jugador integrado, al que no le pesa el momento ni los focos puestos en él por su condición de número 1 ni su adaptación a la NBA. Contra los Sixers (derrota clara de su equipo), jugó 23 minutos y anotó 14 puntos con un 5/11 en tiros. Además, capturó 8 rebotes.
También fue prometedor el primer partido de Sarr con los Wizards. El ala-pívot de 19 años y 2,13 que pasó por la cantera del Real Madrid acabó en el 2 del draft después de ser durante meses el gran favorito al 1. En la Liga de Verano tuvo una actuación muy pobre, pero en su primer amistoso de pretemporada, se enmendó y enseñó lo que puede dar ya en la NBA, intimidación y versatilidad defensivas y tiro exterior: acabó, en 22 minutos, con 15 puntos, 3 rebotes, 4 asistencias y un ¾ en triples. Su equipo cayó contra Toronto Raptors (125-98) pero Sarr estuvo a buen nivel, con puntería con fuera e incluso algún mate de póster. En su segundo amistoso, los Wizards volvieron a perder con claridad (117-94) contra los Knicks, pero Sarr dejó otra vez buenas sensaciones: 12 puntos, 9 rebotes, 3 asistencias, 3 tapones.
Tidjane Salaun (19 años, 2,06), es una incógnita todavía mayor, sobre todo porque muchos expertos consideran que todavía no está para tener un rol importante en una rotación NBA. Y si el verano pareció darles la razón, los dos primeros partidos de los Hornets han enviado noticias mucho más positivas para un forward con envergadura y buena mano: en el primero (derrota 111-109 contra el contra los Knicks) sumó en 22 minutos 11 puntos con un 3/5 en triples; en el segundo (victoria 111-108 contra Miami Heat) jugó 25 minutos y acabó con 15 puntos, 8 rebotes, 3 asistencias y, algo muy importante, un 4/7 en triples.
Ese 7/12 en triples en dos partidos es el dato que más destaca y el que, si lo mantiene, le puede abrir la puerta desde el inicio de curso de la rotación de unos Hornets que quieren dar un paso adelante, que ya toca, en su reconstrucción.
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