Kerr: “¿Draymond? Es complejo”

La temporada de los Warriors ha sido muy distinta a las de antaño. Décimos de la Conferencia Oeste (46-36) han sido eliminados por los Kings en el primer partido del play in y se han ido de vacaciones mucho antes de lo que esperaban. Lejos quedan, no en el tiempo pero sí por sensaciones, las 73 victorias o los cuatro anillos en seis Finales. El núcleo duro de la plantilla está cada vez más envejecido y la franquicia se ha empeñado en mantenerlo, igual que a Steve Kerr, hacedor del proyecto en los banquillos y consolidado como uno de los mejores entrenadores de siempre. Y parece que va a seguir así, tal y como ha comentado el entrenador tras ser apeados de la lucha por el título y sin posibilidad de playoffs por tercera vez en las últimas cinco temporadas, algo demasiado duro para la última gran dinastía de la NBA y para un equipo que hace poco más de un lustro era considerado el mejor de la historia. O, al menos, en una dura pugna por serlo.

Si ha habido un tema del que hablar esta temporada en los Warriors ha sido el de Draymond Green. Su errático comportamiento ha hecho mella en los últimos vestigios de la dinastía y la violencia que ha mostrado en pista ha obligado a la NBA a tomar cartas en el asunto. Primero con Rudy Gobert y después con Jusuf Nurkic, el ala-pívot recibió una sanción ejemplar por la mejor Liga del mundo que le hizo perderse 16 partidos consecutivos tras estar fuera en otros cinco primero. En total, 21, con un 11-13 de récord para la entidad de Golden State en ese periodo. La otrora estrella fue renovada el pasado verano por delante de Jordan Poole (hoy en los Wizards) por cuatro temporadas a razón de 100 millones de dólares, lo que demostró la línea continuista de la franquicia respecto al big-three original que forma con Stephen Curry y Klay Thompson. Pero las dudas sobre la mejora de su comportamiento son dudas y tras una eliminación todo son preguntas. Y no son pocas, claro.

Steve Kerr respondió a las mismas en lo referente a su jugador, un defensor acérrimo que ayuda en la circulación de balón en ataque y que siempre aporta energía e intensidad. “Si hubiéramos decidido que no valía la pena, entonces lo habríamos dejado hace años, pero él lo vale”, ha asegurado. Eso sí, también ha recalcado la parte negativa: “Se volvió violento, golpeó a Jordan [Poole], agarró a Rudy Gobert por el cuello, azotó a Nurkic, es decir, solo por leyes básicas de la sociedad, normas básicas, no puedes hacer eso. Su carrera está en juego todos los días”. El técnico ha confesado lo que le ocurrió cuando la NBA decidió suspender a uno de sus jugadores fetiche: “Seré muy honesto, durante la suspensión me quedé sentado pensando: ‘¿Puede realmente recibir algunas sesiones de terapia y cambiar? No creo que eso sea posible’. Pero haga lo que haga en los últimos tres meses, fue la mejor versión de sí mismo”, aseguró.

Con 34 años, Draymond ha promediado esta temporada 8,6 puntos, 7,2 rebotes y 6 asistencias y ha rozado el 40% en triples en la que es la mejor cifra de su carrera, disputando 55 partidos, 52 de ellos como titular. Pero la dinastía ya no lo es y ultima sus últimas horas, con los 36 años de Curry y los 34 de un Klay Thompson que está en un claro ocaso y pendiente de una renovación que ya veremos si llega. Eso sí, el peso emocional de este tipo de proyectos es muy grande y de igual manera que antes vivían de los éxitos, ahora pueden hacerlo de la melancolía y la nostalgia. Y optar por seguir con la misma plantilla, si bien no les va a dar más títulos, puede ser una buena forma de poner el punto y final a uno de los mejores equipos de la historia. De títulos podrán presumir siempre, al igual que de gestas históricas e increíbles. Eso sí, Draymond Green no sólo será recordado por formar parte de una plantilla legendaria. También por un carácter indómito, indomable, que siempre ha paseado de puntillas por la fina línea que separa el defecto de la virtud. Es lo que tiene.

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