James Harden, traspasado de nuevo, jugará en los Clippers
El jugador, MVP de la NBA en el año 2018, es traspasado de nuevo. A partir de ahora jugará en los Clippers, como era su deseo expreso.
Por fin se resuelve uno de los asuntos que han marcado la agenda de la NBA en la offseason de 2023. Después de numerosas idas y venidas James Harden ha visto solventada su situación límite en los 76ers al aceptarse su petición expresa de traspaso: la de irse a los Clippers (él es oriundo de Los Ángeles). Así lo adelantó el periodista Adrian Wojnarowski en ESPN. El base-escolta hace un nuevo reseteo en su carrera en la liga norteamericana a sus 34 años: es su cuarto equipo distinto en menos de tres años (por orden, Rockets, Nets, Sixers, Clippers).
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Harden termina su etapa en los Sixers después de romper completamente su relación con Daryl Morey, el directivo que aplicó las matemáticas de forma exagerada para hacer de él una estrella de primer nivel en Houston y al que unía una buena amistad. Finalmente Morey ha cumplido con el destino pedido, pero esto viene de más lejos: el jugador aceptó renovar porque tenía prometido que sería traspasado, como si fuera un mero trámite, y la reticencia de la franquicia a hacerlo efectivo hizo que se negara a jugar más con el combinado de Philly.
El MVP de la Temporada en la NBA en la 2017/18, máximo anotador -por promedio- en tres campañas diferentes, promedió 21,1 puntos y 10,7 asistencias, números aún potentes, el último curso.
Harden había incluso amagado con retirarse, como llamada de auxilio, si no era traspasado en próximas fechas. Al final ha sido así. El californiano había participado en sólo un entrenamiento de pretemporada, faltando al habitual contacto con la prensa y evadiéndose del resto de compromisos mientras se jugaba una sanción por ello. Curiosamente el trueque con los Clippers ha llegado un día después de aparecer por el Wells Fargo Center, pabellón de juego de los Sixers, en la primera victoria del curso en casa que infligieron a los Blazers.
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El intercambio queda de la siguiente manera: Marcus Morris, Robert Covington, Nicolas Batum y Kenyon Martin se van a los Sixers, así como dos elecciones de segunda ronda y una sin protección de primera ronda del Draft 2028; Filip Petrusev y P.J. Tucker son, además de Harden, los que se van a los Clippers; en el movimiento se espera un tercer equipo que sirva de muleta. Para hacer hueco a tanto nuevo jugador los de Filadelfia cortarán al veterano escolta Danny Green.
Un nuevo comienzo en los Clippers
El equipo angelino, hambriento de un título que busca desde 2019 (primero con Rivers, ahora con Lue), se encuentra ahora con una desbandada provocada en la plantilla, que habrá que reconstruir sacando el bisturí, pero con un cuarteto de cuerda que tendrá que tocar hasta el final. Kawhi Leonard y Paul George, las cabezas visibles del proyecto, están ante el que puede ser su último año: tienen una player option en 2024 para decidir su futuro. Este año se están encontrando, además de sanos, con una buena versión de Russell Westbrook aunque la muestra sea poca. Sólo van 2-1 tras tres encuentros. Con el ‘0′ se reunirá después de las etapas de ambos en Oklahoma y Houston, saliendo tarifando de esta última a petición del propio Harden. Los cuatro tendrán como apoyo interior, previsiblemente, al croata Ivica Zubac. La rotación se mantiene fuerte en la zona exterior con Powell, Hyland y un nombre que se había convertido en una línea roja: Terance Mann (Philly lo pedía como moneda de cambio en las negociaciones). Con todos estos elementos la presente temporada se convierte en un matar o morir pese a tener un horizonte importante: la esperada inauguración en 2024 del Inuit Dome, el nuevo pabellón de los Clippers.