Giannis: “Podría ser traspasado si no ganamos el anillo”

Los Bucks se examinan. La paulatina caída del equipo desde que conquistara el título en 2021, el primero en 50 años para la entidad, provoca que el curso baloncestístico 2024-25 sea de vital importancia para ellos. Tras el anillo, perdieron en semifinales de Conferencia ante los Celtics primero y en primera ronda al año siguiente, algo que provocó la salida de Mike Budenholzer, un icono hasta entonces para la entidad aunque estuviera siempre cuestionado. A eso se le sumó la lesión de Khris Middleton, clave en el histórico triunfo, una de la que el escolta no termina de recuperarse. Desde entonces, no ha vuelto a ser el mismo, ni en ataque ni en defensa. Y eso, entre otras cosas, ha supuesto una vorágine constante de vaivenes y movimientos en Milwaukee que no cesa y que se ha ralentizado brevemente esta temporada.

El verano pasado fue tumultuoso: los Bucks ficharon a Damian Lillard y dejaron escapar a una figura esencial como Jrue Holiday, que puso rumbo a los Celtics para ganar el anillo, el segundo en su carrera. El nuevo base era otro perfil muy distinto, mucho más anotador y con carencias defensivas que hicieron que el equipo perdiera su esencia. Pero el objetivo era que Giannis Antetokounmpo renovara y quedara ligado a la franquicia. Sus demandas fueron constantes, así como el intervencionismo con el que se manejó dentro de la entidad, manejando entre bambalinas el despido de Budenholzer primero y el del novato Adrian Griffin después. Un viejo conocido como Doc Rivers, curtido en mil batallas pero también con muchos fracasos en sus últimos proyecto, se hacía con los mandos. Giannis renovó. Pero nada salió como se esperaba.

Los Bucks, lesiones mediante, se despidieron en primera ronda ante los Pacers, que llegaron a finales de Conferencia. Era la segunda eliminación consecutiva a las primeras de cambio. La franquicia de Milwaukee perdía la vitola de favorito y la mejor noticia para Antetokounmpo era que se dejara de hablar de él y de sus tejemanejes para que la institución hiciera todo lo que él quería. Nadie le echó la culpa de la eliminación de Grecia en los Juegos Olímpicos de París al ser una plantilla corta, pero de vuelta a la NBA todo regresa a su cauce. La dieta de Navy Seal de Lillard ha sido muy comentada y los Celtics son favoritos, con los Knicks más que reforzados. Falta por ver si después estarán los Bucks, que junto a los Sixers aspiran a desbancar a los vigentes campeones y al poder neoyorquino, que busca recuperar el orgullo perdido del Madison.

En medio de todo eso, Giannis ha vuelto a ser protagonista con sorprendentes declaraciones realizadas al medio estadounidense The Athletic. “Sí, si no ganamos un campeonato me podrían traspasar. Este es el negocio en el que vivimos. Este es el mundo en el que vivimos. Nadie se salva. En cualquier momento, si no tienes éxito, puede ser el fin... Si no haces el trabajo lo suficientemente bien, estás fuera”. Declaraciones ambiguas que nadie sabe situar. Los Bucks ya han dejado más que claro que el griego es su hombre de futuro y lo tienen atado hasta 2027, que sería 2028 si ejerce la player option que tiene pendiente. Pero igual es Giannis el que forzaría un traspaso si ve que las cosas no funcionan como le gustaría. Falta poco para que cumpla 30 años y quiere seguir optando a un campeonato esquivo desde que lo conquistara en 2021. Y, como bien ha dicho, esto es la NBA. Todo puede pasar.

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