Filip Petrusev prueba lo peor de la NBA

En una temporada en la que dos MVPs de la Euroliga, Vasilije Micic y Sasha Vezenkov, están teniendo un vago papel en los equipos de la NBA a los que han llegado (Thunder y Kings), qué decir de jugadores que están un escalón por debajo. Pues que lo tendrán todavía más difícil. En el caso de Sacramento tiene a dos europeos recién llegados a las Américas para ser tutelados por el ya experto Domantas Sabonis: el citado Vezenkov y Petrusev. El segundo de ellos ya ha vivido la experiencia en la que se convierte la competición de Estados Unidos cuando todo sale del revés.

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Filip Petrusev se enroló en las filas de los Sixers de Filadelfia antes de que un maremoto sacudiera esa franquicia cuando se estaban dando los primeros pasos de la temporada. Primero coqueteó con un contrato dual en el equipo que ahora entrena Nick Nurse, pero en julio se confirmó de manera oficial que lo haría con un acuerdo estándar. Ahí no podía vislumbrar ninguno de los problemas que vendrían un tiempo después.

El interior de sólo 23 años, prometedor desde una temprana edad, sólo tiene 550.000 dólares garantizados de lo firmado: 3 millones de dólares para los próximos 2 años. Es un elemento movible para cualquier franquicia que le tenga consigo. Y eso es lo que le terminó pasando. El haber sido una apuesta de los 76ers en el Draft 2021 (50ª elección) y también este verano no era óbice.

Sacramento Kings fue el equipo que lo recibió tras confirmarse el traspaso de Harden a los Clippers, que terminó siendo a tres bandas. Los californianos se llevaron la parte con menos peso del lote, a un Petrusev que todavía estaba conociendo a sus compañeros en Philly. El plan no era que fuera el suplente de Joel Embiid en la posición de pívot, para eso estaba un Montrezl Harrell que se lesionó o, en su defecto, Paul Reed, pero se quedó casi a cero.

El jugador de Belgrado, que además este año ha gozado de buena exposición en el Mundial en el que Serbia se colgó la medalla de plata, vivió el negocio que es la NBA, sin besos ni caricias, en su máxima expresión: fue traspasado después de sólo tres partidos y haber jugado únicamente uno de ellos (el 29 de octubre ante los Trail Blazers) con la nimia cantidad de 2:41 minutos en pista.

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Petrusev venía de ver su carrera despegar por fin en la Euroliga de la mano del Estrella Roja con Dusko Ivanovic, que ya no continúa allí. 10,6 puntos y 5,2 rebotes promedió allí. Su primera inmersión en el Viejo Continente fue con Ataman en el Efes, en el que no encajó pese a que el equipo ganó el máximo título europeo. En EE.UU. tenía muy buena reputación porque había sido un destacado integrante de los Bulldogs de Gonzaga, y más ganó al regresar a Serbia para la temporada 2020/21 en el Mega Basket que a tanto talento ha colocado en el draft (Misko Raznatovic, su agente, es un experto en hacer eso posible). El choque con la NBA ha sido duro: ha cambiado de escuadra tras jugar sólo tres minutos con la que confió en él en primer término; ahora, en los Kings, ha tenido que pasar por el peaje de la G-League, la liga de desarrollo, y al debutar con los morados en la liga mayor lo hizo jugando la friolera de 11 segundos ante los Lakers. La trayectoria profesional es larga si tiene en cuenta su edad y las promesas duran poco en el sueño americano: Nurse había declarado en julio eso de que “Filip estará en el ‘roster’ este año” y los acontecimientos atropellaron ese genuino pensamiento. Hay avisos que le llegan de cerca, como el de Azuolas Tubelis, para que valore lo complejo que es todo ese escenario: el lituano llegó con él a los Sixers de la mano, siendo también ‘5′ (su similitud nos lleva también a la NCAA, que Azuolas disputó con Arizona), y a él le cortaron y ha regresado a su país para fichar por el Rytas (cedido al Neptunas Klaipeda). Con eso tendrá argumentos para manejar sus próximos pasos en el baloncesto.