Alexander: “El regreso de Harden a los Rockets se ve como algo inevitable”

James Harden no jugó una buena eliminatoria contra los Nets: 17,3 puntos, 8,8 asistencias por 3,5 pérdidas y un 34% en tiros, casi toda su producción desde la línea de tres. Ni siquiera forzó muchos viajes a la línea de personal, habitualmente una especialidad de la casa. En segunda ronda, la hora de la verdad para unos Sixers que no pasan de ahí desde 2001, arrancó como un trueno. Anotó 45 puntos en el Garden con un 17/30 en tiros y su equipo, sin Joel Embiid (el MVP) robó el factor cancha contra los Celtics, el gran favorito al título tras la eliminación de Milwaukee Bucks. En los siguientes dos partidos, nada: 28 puntos totales, dos derrotas pese al regreso de Embiid que han devuelto la ventaja de campo a los Celtics. Un 2/13 en triples y 5/28 en tiros totales. Un desastre que que arregló en el cuarto, en otro encuentro si cabe más memorable que el primero: 42 puntos, 16/23 en tiros, 6/9 en triples, incluido el que les dio la victoria en la prórroga, 8 rebotes, 9 asistencias y 4 robos. Uno de los mejores encuentros de su carrera en el momento en el que más lo necesitaba su equipo, que ahora está 2-2.

James Harden tiene 33 años (comenzará la próxima temporada con 34) y ha pasado un lustro desde que fue MVP. Ya no es aquel jugador explosivo, histórico en ataque, que hacía aspirantes cada año a los Rockets. Ni mucho menos. Aunque en la eliminatoria con los Celtics ha recuperado esa versión dos veces y las dos con victoria. Es el segundo año de la pareja Harden+Embiid, el primero completo después del traspaso que puso a La Barba en Philadelphia y cerró el finalmente maltraído experimento del big-three atómico en Brooklyn Nets: Harden, Kevin Durant (ahora en Phoenix Suns) y Kyrie Irving (será agente libre tras pasar por Dallas Mavericks).

Harden firmó el pasado mes de julio por dos temporadas y 68,6 millones de dólares. Pero el contrato era un 1+1 con player option para él este verano. Puede renunciar a 35,6 millones para la temporada 2023-24 y ser agente libre. Así podría firmar un contrato más largo y, esa es la clave, con mucho más dinero total garantizado. Durante todo el curso, ha ido creciendo la especulación sobre un posible regreso a Houston Rockets, donde jugó entre 2012 y 2021. Sigue muy vinculado a la ciudad texana, y lo que en principio parecía un rumor o un movimiento de su entorno para ir preparando la negociación de un nuevo contrato con los Sixers, va camino de ser una realidad: cada vez son más las voces que ven a Harden de vuelta en los Rockets, que desde la burbuja de Florida, cuando falló el experimento Harden-Russell Westbrook, han ganado 17, 20 y 22 partidos en tres temporadas. Después de ocho años seguidos en playoffs, se han convertido, en plena reconstrucción, en uno de los peores equipos de la NBA.

El caso es que los Rockets, que esperan a la lotería del draft para ver si toca el premio gordo (Victor Wembanyama), serán en principio el equipo con más espacio salarial del verano, unos 60 millones de dólares. Y lo que parecía una opción extraña va tomando cuerpo. El último en dejarlo claro, desde la prensa de Houston, es Ari Alexander: “Los Rockets pueden ser un equipo totalmente distinto la próxima temporada, sobre todo si te crees los rumores tan persistentes que hay sobre el posible regreso de Harden. Lo que escucho en los círculos internos de la Liga es parecido a lo que todos los fans de los Rockets están leyendo, que el regreso de James Harden se empieza a considerar algo inevitable. Harden no ejecutará su player option y firmará un nuevo contrato con los Sixers o regresará a Houston”.

Harden sigue teniendo casa en Houston, donde también mantiene el restaurante que abrió cuando jugaba allí. También tiene una muy buena relación con Jalen Green, el escolta elegido por los Rockets con el número 2 del draft en 2021. En el equipo creen que puede ser un mentor para el aspirante a estrella y un jugador que ayude a cambiar la mentalidad del vestuario. En la última temporada regular, ha promediado 21 puntos, 6,1 rebotes y 10,7 asistencias (líder de la NBA). Ya no es el jugador franquicia de elite que fue, pero todavía puede ser muy útil, si llega a Houston con la mentalidad adecuada.

Y, claro, si los Rockets arriesgan y le dan el suficiente dinero garantizado, pese a su edad y el arco de la reconstrucción del equipo, para que termine de animarse a dar el paso y regresar. Lo que parece claro a estas alturas es que ya no es solo un rumor: hay más. Y todo, en medio de una serie de playoffs que puede alterar de forma drástica el rumbo de los Sixers de Joel Embiid. Si el equipo vuelve a quedarse varado en segunda ronda y contra un enemigo tan íntimo como Boston Celtics...