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Finalizado

NBA | PACERS 121 - SIXERS 141

¿El año de Joel Embiid?

Los Sixers consiguen su octava victoria consecutiva y Embiid, ya primero en la carrera por el MVP, conquista Indiana. ¿Será, por fin, el año de los Sixers?

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Los Sixers consiguen su octava victoria consecutiva y Embiid, ya primero en la carrera por el MVP, conquista Indiana. ¿Será, por fin, el año de los Sixers?
Los Sixers consiguen su octava victoria consecutiva y Embiid, ya primero en la carrera por el MVP, conquista Indiana. ¿Será, por fin, el año de los Sixers?Trevor RuszkowskiUSA TODAY Sports

Quizá. Puede ser. Por qué no. ¿Son los Sixers serios candidatos al anillo? La respuesta más sencilla es que no, pero Joel Embiid está empeñado en demostrarnos lo contrario. Octava victoria consecutiva del equipo de Philadelphia y noveno encuentro seguido en el que el pívot iguala o supera los 30 puntos, récord de la franquicia. Los Sixers se ponen segundos de la Conferencia Este (48-22), se aproximan inexorablemente a las 50 victorias y están a tan solo dos partidos del liderato, bien defendido por los Bucks y difícil de asaltar con tan sólo 12 duelos más por delante. Las sensaciones son buenas, James Harden, baja por molestias en el tendón, está a un nivel fantástico; Tyrese Maxey funciona, la plantilla está compensada e incluso nos hemos olvidado de las carencias de Doc Rivers, que parece haber encontrado una constancia más que positiva. Con Daryl Morey a los mandos en los despachos, parece el mejor momento de los Sixers desde ese afamado y acomplejado The Process que tan pocos resultados ha dado. Pero que busca emerger en su gran oportunidad: la de Joel Embiid.

El camerunés (que tiene también pasaporte francés, recordemos), promedia más de 33 puntos por partido esta temporada (líder de la NBA), supera los 10 rebotes y las 4 asistencias. Roza el 50% en tiros de campo (el tope de su carrera) y ha disputado 57 de 70 partidos posibles, algo muy a tener en cuenta en un jugador que tiene problemas físicos constantes, algunos de ellos en momentos muy importantes de la temporada. Y los Sixers, mientras tanto, son la tercera mejor defensa de la NBA, tienen el séptimo mejor porcentaje en tiros de campo, el mejor porcentaje de triples y el mejor porcentaje de tiros libres, un mérito mayor si tenemos en cuenta que son el quinto equipo que más intenta. La conexión de Embiid con Harden es ya un hecho y el otrora escolta hace ya de base sin disimulo: 21,7+6,3+10,8. Nutre de balones a su compañero, que a su vez se ha adaptado al ritmo ralentizado del playmaker, siempre dado a estirar las jugadas (los Sixers son el quinto equipo con el pace, ritmo de juego, más lento). Y se gustan, se llevan bien, están sanos y miran a playoffs.

Ante los Pacers, y sin Harden, Embiid ya llevaba 31 puntos al final del tercer cuarto y finalizó con esa cifra, 7 rebotes, 7 asistencias y 2 tapones. Disputó menos de 30 minutos, ninguno de ellos en el periodo definitivo, una situación ideal para cuidar su físico de cara a una fase final que está cada vez más cerca. Una victoria fantástica ante un rival que está luchando por entrar en el play-in, pero que lo tiene cada vez más complicado (32-39, a 1,5 victorias del décimo puesto de los Bulls). El partido no estaba sentenciado al final de los primeros 36 minutos (96-105), pero los Sixers salieron de forma fantástica al inicio del último cuarto y Doc Rivers no dio entrada a su jugador franquicia. Los Pacers lo intentaron con Myles Turner (20 puntos), Aaron Nesmith (25) y Andrew Nembhard (22), pero tenían demasiadas bajas (Tyrese Haliburton, Bennedict Mathurin, Chris Duarte, Trevelin Queen, Kendall Brown...) para enfrentarse a un rival con semejante poder de convicción y confianza.

En los Sixers, además de Embiid, todo funcionó: 31 puntos con 7 asistencias de Maxey, 24+5+4 de Tobias Harris, una actuación completísima de De’Anthony Melton (14+5+5, con 6 robos) y 10 tantos de George Niang y Paul Reed desde el banquillo. Los visitantes no se aprovecharon solo de las 14 pérdidas rivales, también de la mala defensa y su increíble acierto ofensivo: lanzaron por encima del 60% en tiros de campo y del 43% en triples. Anota 34 o más puntos en todos los periodos, llegaron a mandar de 24 y dominaron con puño de hierro en Indianápolis, una ciudad que entiende y sabe de baloncesto pero se va a quedar sin ver a su equipo, casi con total seguridad, disputar los playoffs. Sí lo harán los Sixers, que intentarán pasar por encima de Bucks o Celtics. Disputar las primeras finales de Conferencia del Proceso. Creer. Embiid, un pívot extraordinario que puede ganar el MVP (lleva dos segundos puestos consecutivos en el trofeo), sueña con la victoria. Busca la reivindicación definitiva. Y el premio más mitigador de todos: la redención.